Cuando durante largas semanas los jugadores y el entrenador del Athletic reivindican en sus comparecencias ante la prensa que su deseo es alcanzar posiciones europeas la próxima temporada, explicar lo acontecido ayer martes en el Nuevo Los Cármenes resulta una tarea muy complicada. En un partido que fue un auténtico despropósito, en el que los rojiblancos nunca estuvieron a la altura de un choque en el que el triunfo les habría aupado a la séptima posición, volvieron a fallar. Como el sábado frente al Valencia; o en abril ante el Villarreal y el Celta; o San Valentín contra el Mallorca. En las catorce jornadas consecutivas que lleva el Athletic ocupando el octavo puesto, en las cinco ocasiones en las que ha tenido a un solo punto la séptima plaza, nunca ha ganado. Ofreciendo, además, con alguna excepción, como las del Valencia y el Villarreal, un rendimiento muy pobre y muy alejado del nivel de los futbolistas que dirige Marcelino García Toral.
Las mejores imágenes del partido. Fotos: EFE y EP
Es la quimera europea del Athletica un solo punto del Villarreal. submarino amarilloe ganar, abriría una brecha de cuatro puntos con los bilbainos cuando únicamente quedarán seis en juego.Al Athletic le faltó intensidad en el peor momento. Pero no solo eso. No tuvo juego, cometió un sinfín de errores, con mención especial a la pérdida de Dani García que propició el tanto del Granada y a la postre la derrota rojiblanca, y se ahogó en una preocupante falta de ideas que le impidió asomarse con peligro a las inmediaciones de la portería rival. Sirva como ejemplo de esto último que el Athletic únicamente remató en un intento entre los tres palos, que su ocasión más clara fue un disparo a la media vuelta de Raúl García ya en el tiempo de descuento que repelió el palo y que fue Domingos Duarte quien más inquietó a Maximiano con dos remates dirigidos a su propia portería.
Entre lesiones y alguna rotación, Marcelino introdujo hasta cinco cambios con respecto al choque del sábado ante el Valencia. Llamó poderosamente la atención su apuesta, inédita, por Asier Villalibre y Alex Berenguer en ataque. Pero nada funcionó. Quiso, al menos de inicio, llevar la batuta del partido el Athletic, que se posicionó durante algunos minutos en campo rival, pero con más pena que gloria. Después llegó el tanto del Granada y todo fue un desastre.
Marcelino, que debió ver un partido bien distinto al del común de los mortales, decidió no cambiar nada al descanso y aguardó hasta llegar a la hora de juego para mover el banquillo. Cómo no, hombre por hombre, sin ninguna variación táctica. Y, oh sorpresa, nada cambió. De los cambios, solo Raúl García estuvo cerca de marcar en una acción en la que el balón acabó en el palo. El resto, nada de nada. Como el Athletic, que desperdició de nuevo una gran ocasión. Es su quimera europea.
La cifra
180
Fueron los balones que perdió el Athletic en el partido que disputó ayer frente al Granada en el Nuevo Los Cármenes en una cita en la que los futbolistas rojiblancos no estuvieron a la altura de lo que tenían en juego. Los 180 balones perdidos por los rojiblancos se traducen en dos fallos por minuto de juego.