Navarra

La rapidez de los encierros reduce el riesgo y la emoción

La duración media de este año ha sido de 2 minutos y 26 segundos y ninguno llega a los 3 minutos
Los 'Miura' avanzan veloces por la plaza del Ayuntamiento.

Pasada la resaca tras 9 días de fiesta toca hacer balance, y cómo no hacerlo del evento que más miradas atrae a nivel internacional. Los encierros de este año confirman la tendencia de los últimos años y arrojan una conclusión reveladora: las carreras son cada vez más rápidas. Los carreras han tenido una duración media de dos minutos y veintiséis segundos, nueve menos respecto al año pasado, pero es que ninguno de ellos ha llegado a los tres minutos de duración. En tan poco tiempo cada vez hay menos lugar para carreras bonitas, lo que impide a los mozos lucirse y a los de casa disfrutar.

En la otra cara de la moneda, cada vez es más seguro aventurarse a correr el encierro. Las heridas por asta de toro se han reducido a la mitad respecto a Sanfermines de 2022, con 3 cornadas, y se han producido otras 41 atenciones por otras lesiones, lo que supone un descenso del 52,17 % respecto a los datos del año pasado, cuando se llevaron a cabo 92 atenciones.

7 de julio, La Palmosilla: Sustos y nada más

Los toros gaditanos de La Palmosilla regresaron a Pamplona por tercera vez para dar el pistoletazo de salida a los tan esperados encierros. Fiel a su estilo, protagonizaron una carrera rápida y limpia, la que menos atenciones de la Cruz Roja requirió, aunque seis mozos tuvieron que ser trasladados al hospital. Los cabestros tomaron la iniciativa nada más estallar el cohete y no fue hasta Estafeta cuando la manada se estiró, dejando huecos para que los mozos se lucieran. El momento más tenso fue cuando uno de ellos quedó inconsciente en el callejón, pasándole la manada por encima.

8 de julio, José Escolar: Pocos huecos para correr

Los ‘escolares’ protagonizaron un encierro rápido y emocionante, a pesar de que se hicieron de rogar a la salida de los corrales, lo que encendió las alarmas dados los antecedentes de la ganadería, conocida por ser la de los toros que se dan la vuelta. Tres morlacos lideraban la manada en la calle Mercaderes, llena de corredores, y varios mozos quedaron atrapados en la curva, donde se produjeron tres de los cuatro heridos. Uno de ellos recibió un varetazo, un golpe de lado que da el toro con el cuerno sin llegar a penetrarlo. Un tropezón provocó a mitad de Estafeta el reagrupamiento de la manada, donde se abrieron los pocos huecos que tuvieron los mozos para ponerse delante.

9 de julio, Cebada Gago: Primera cornada

No fue hasta el final del encierro del domingo cuando los ‘cebadita’ dejaron su sello en las calles masificadas de Iruña. La carrera transcurrió sin reseñables incidentes en la primera parte. El toro colorado Chillón, veloz como un rayo, rápidamente se puso al frente de una manada estirada y no dejó que ningún mozo se pusiese delante dado el ritmo con el que corría. Los momentos de máxima tensión llegaron cuando dos morlacos sufrieron una caída y llegaron solos a Telefónica, donde uno de ellos embistió a un grupo de corredores hacinados en el lado derecho de la entrada al callejón, corneando al primer herido por asta de este año. Ya en el coso, uno de los astados se dio la vuelva y embistió a un mozo.

10 de julio, Fuente Ymbro: Sin cornadas, de milagro

El capotico de San Fermín libró a más de un corredor de ser corneado en el encierro del lunes, que dejada atrás la multitud del fin de semana, dejó espacio para que los mozos pudieran lucirse con carreras bonitas. Fue un encierro aparatoso, lleno de caídas y embestidas, en el que Judío acaparó todos los focos. Fue él quien en enganchó y volteó a tres corredores en el primer tramo de Estafeta, en uno de los momentos más destacables de los encierros de este año, y también arrolló a un cuarto mozo en la entrada de la plaza de toros cuando pretendía levantarse tras sufrir una caída. En la Bajada de Javier otro mozo fue arrollado y también se formaron dos pequeñas montoneras. La manada se partió en dos tras estos incidentes, lo que permitió disfrutar a los de casa con bonitas carreras.

11 de julio, Núñez del Cuvillo: El parte de heridos más limpio

El encierro con menos heridos también fue el de la cogida de la que todo el mundo habló: la del ciudadano estadounidense que aguardaba sin correr ningún peligro en la parte izquierda de Santo Domingo y se interpuso en la trayectoria de la manada para ser arrollado por un cabestro, saliendo volando por los aires. Poco duró la manada hermanada, ya que dos astados cogieron una velocidad vertiginosa y continuaron en solitario. Uno de ellos se pasó de frenada y acabó chocando contra el vallado de la curva de Mercaderes, quedando aturdido durante cinco eternos segundos. Su hermano continuó la carrera en solitario con el resto de la manada detrás.

12 de julio, Jandilla: ¡Qué tranquilidad!

Los toros de la temida ganadería no hicieron gala de la fama de peligrosos que acarrean sobre sus espalda y protagonizaron un encierro tranquilo con heridos de carácter leve. Durante gran parte del recorrido estuvieron completamente arropados por los cabestros, lo que deslució las carreras de los mozos, incapaces de encontrar sitio delante de algún astado. En#Estafeta se vivió un momento de tensión, cuando un manso golpeó a un corredor con el lomo y lo lanzó contra un toro negro, quedando atrapado entre ambos animales. El mozo consiguió escapar, aunque tuvo que empujar el morro del morlaco para evitar se embestido. A partir de ahí la manada se estiró, pero fue entrando en la plaza sin grandes inconvenientes.

13 de julio, Victoriano del Río: La carrera más veloz

Apenas dos minutos y 18 segundos bastaron para que los Victoriano del Río recorrieran los 848 metros que separan los corrales de Santo Domingo y la Monumental pamplonesa. El encierro más rápido de los Sanfermines. La manada llegó fragmentada al Ayuntamiento y ahí continuó el resto de la carrera, donde hubo aparatosas embestidas que no fueron a más. En Estafeta quedaron varios huecos en los que los mozos pudieron lucirse, y en la entrada a la plaza, un corredor neerlandés sufrió una cornada en el escroto. Muy pocos centímetros separaron la herida leve que sufrió de una hemorragia con peligro mortal.

14 de julio, Miura: Nobleza y más nobleza

El último encierro de las fiestas de este año estuvo protagonizado por las numerosas caídas en Estafeta y los corredores que pasaron demasiado cerca de las astas de los históricos Miura en la entrada al callejón. Afortunadamente, no hubo que lamentar más que pisotones y golpes. La manada entró en fila en la calle Mercaderes, pero rápidamente se partió en dos cuando llegó a Estafeta, lo que permitió a los mozos correr delante de los toros como si de dos encierros independientes se tratara. Ya en el callejón, varios mozos fueron arrollados.

Tabla de heridos e incidencias del encierro Diario de Noticias

16/07/2023