Igor San José, el responsable de la Construcción del sindicato ELA en Gipuzkoa, ha sido el artífice de una dura negociación que ha terminado bien para Antonio Escandón y su familia. Para ello, reconoce el sindicalista, ha sido fundamental la implicación de la Real, que resultó definitiva, tras muchos 'tira y afloja'.
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"La Real ha estado donde tenía que estar ante un suceso como este y le estoy agradecido. Y me alegro por ello, como socio y sindicalista. Y así se lo he transmitido al propio presidente. Es de agradecer el hecho de que Aperribay, desde que en una de las últimas reuniones firmásemos la pipa de la paz, siempre ha estado ahí. Siempre le he comunicado cómo iba Antonio, le preguntó, le llamó. Se ha preocupado y eso es muy importante de cara a lo que ha acontecido".
Pero no ha sido una tarea sencilla. Desde que Antonio Escandón se precipitó desde la cubierta del estadio de Anoeta en obras al suelo, "los seguros y la contrata para la que trabajaba Antonio no han allanado el camino", afirma el sindicalista. Antonio también lo tiene claro: "Gracias que mi accidente pasó en Gipuzkoa, que si hubiera pasado de otro sitio me habría quedado con una pierna cortada y con una pensión mucho menor".
Antonio había empezado a trabajar en las obras del estadio de Anoeta el 18 de junio de 2019 y se precipitó desde lo alto de la cubierta el 17 de julio del mismo año. Su base reguladora en ese momento era muy inferior a la que finalmente se le ha reconocido, puesto que a posteriori, el sindicato ELA logró incluir en la misma las horas extras que los trabajadores de esta contrata estaban metiendo para cumplir con los plazos de ejecución del estadio. Esa base reguladora duplicada es la que ha mejorado su prestación a la postre.
Finalmente, asegura San José, la pensión se ha visto más que duplicada y puede verse mejorada más aún en un futuro próximo en relación a la "ridícula" pensión que le iban a reconocer en un principio. También hay que agradecer que las grandes empresas de aquí que estaban en las obras de Anoeta "quieren una solución digna para el trabajador", afirma San José. Su último mensaje a los trabajadores es claro: "Ante casos como estos, aunque parezca que todo está perdido, que luchen".