La Real pasa este jueves la prueba del algodón en Europa. Después de tres años en los que ha mostrado un nivel impresionante en el Liga lo que le permite liderar la tabla actualmente y haber sellado dos pasaportes para viajar al viejo continente de forma consecutiva, a los realistas les queda en el debe competir de la misma forma ante rivales extranjeros. Por una cosa o por otra, a los de Imanol les cuesta mucho ofrecer su mejor vesión en la Europa League sobre todo en lo respecta a sus encuentros como visitante. En esta ocasión no va a tener más remedio que alcanzar una altura solvente para sacar adelante los dos duelos ante el Sturm Graz misión que se antoja obligatoria si pretende clasificarse para los cruces de la competición.
Al equipo realista le ha costado mucho históricamente competir a domicilio en las competiciones internacionales. No se libra ni la campaña en la que se clasificó para la semifinal de la Copa de Europa donde fue atracada por el Hamburgo, posterior campeón del torneo, ya que en realidad cayó en Glasgow, Lisboa y en el innombrable robo en el feudo teutón del penúltimo escalón.
Si nos ceñimos a lo sucedido la pasada campaña en otro grupo muy exigente, la real solo fue capaz de vencer un encuentro lejos de Anoeta y fue de milagro en Rijeka, con el gol in extremis de Jon Bautista. En Alkmaar sufrió muchísimo para aguantar el 0-0 y en Nápoles, un tanto de Willian José también en las postrimerías del duelo le permitió arañar el punto que le garantizaba la clasificación para los cruces. En estos dos últimos encuentros, no pudo jugar Mikel Oyarzabal debido a una rotura fibrilar. Una buena referencia y una cuestión que no es baladí para el encuentro del jueves, en el que también faltará el eibartarra tras la lesión que sufrió en el entrenamiento del pasado viernes en Zubieta.
En la eliminatoria le tocó el Manchester United y como recordarán, el que acabó siendo finalista de la competición, le endosó un sangramte 0-4 en el duelo de ida celebrado en Turín en lugar de en Donostia por las restricciones motivadas por el Covid.
En esta campaña, el PSV Eindhoven fue de largo el conjunto que ha puesto en más apuros a los realistas, quienes al menos pudieron rescatar un empate 2-2, después de defender muchos minutos encerrados en su área y a pesar de que en el último minuto Oyarzabal dispuso de un uno contra uno que solventó el meta local.
Si nos remontamos más en el tiempo, la Real de Eusebio cayó en San Petesburgo por 3-1, aunque luego arrasó al débil Vardar por 0-6 y también se impuso al Rosenborg a domicilio por 0-1, con otro tanto sobre la campana de Oyarzabal. En los cruces, el también austriaco Salzburgo le derrotó por 2-1 y le eliminó. Eso sin recordar la famosa previa también de la Europa league, cuando el Krasnodar goleó por 3-0 lo que privó de la fase de grupos a los de Arrasate.
La Real deberá mejorar mucho si no quiere repetir tropezar en la misma piedra en Graz, donde solo le vale la victoria si pretende ser un aspirante fiable a la primera plaza.