La Real Sociedad ya mira a la clasificación de la Liga de otra manera, después de su victoria este sábado en el campo del Girona. Los txuri-urdin no comenzaron nada bien el campeonato, en cuyas primeras seis jornadas sólo sumaron cuatro puntos de 18 posibles. Sin embargo, la derrota con la que se cerró aquella serie de negativos resultados, en Mallorca, dio paso a una racha según la cual el equipo ha enlazado dos triunfos y dos empates en cuatro encuentros. El 0-0 de Valladolid, el 3-0 al Valencia, el 1-1 frente al Atlético y el meritorio 0-1 de Montilivi han relanzado a la escuadra blanquiazul desde un denominador común, una seguridad defensiva a prueba de bombas.
Lo cierto que la Real, independientemente de buenos y malos momentos futbolísticos, se ha mantenido firme atrás durante casi toda la presente Liga, y así lo indican sus estadísticas. En diez encuentros sólo ha recibido ocho goles, cifra positiva por sí misma pero que además cuenta con matices que la vienen a mejorar. Al fin y al cabo, cuatro de esos ocho goles han sido encajados de penalti. Y uno de los otros cuatro, que se dieron a juego corrido, se produjo en inferioridad numérica contra el Alavés, tras la roja a Oyarzabal. Así, el equipo de Imanol sólo ha visto perforada su portería en jugada y en igualdad numérica (once contra once) en tres ocasiones: dos ante el Rayo Vallecano y una contra el Atlético de Madrid.
Zaga consolidada
Evitar los goles en contra no es tarea única para la línea defensiva, sino que significa un trabajo colectivo que comienza desde los delanteros, más aún en una Real que gusta de presionar arriba. Sin embargo, ciñéndonos a la buena racha reciente de resultados, observamos que los ocho puntos de doce sumados en los últimos cuatro partidos se han obtenido recibiendo un único gol (el de Julián Álvarez contra el Atlético) y desde una importante continuidad en la zaga: Remiro bajo palos, Aramburu en el lateral derecho y Zubeldia-Aguerd como pareja de centrales. Sólo ha bailado el carril zurdo, con Javi López (titular ante Valencia y Atlético de Madrid) y Sergio Gómez (contra Valladolid y Girona) alternándose en la demarcación.
Parece evidente que todo lo explicado significa una perfecta base sobre la que construir el crecimiento del equipo. Circunstancias como los cambios vividos durante el mercado veraniego, la ausencia de pretemporada para muchos futbolistas o la tardía llegada de los refuerzos provocaron de inicio que a la Real Sociedad 2024-25 le costara comenzar a carburar. Pero entonces las buenas prestaciones defensivas permitieron sumar puntos que otorgaron a su vez cierta tranquilidad, mientras las nuevas piezas encajaban en el grupo. Hoy es el día en que el equipo se mantiene firme atrás y comienza además a generar en mayor medida en ataque. Nunca dejó de conseguirlo, pero ahora lo hace desde un equilibrio superior que le ha llevado a una actuación casi redonda como la de Girona.
A partir del alivio que significa verse ya en la zona media de la tabla y no en la baja, el siguiente paso apunta a confirmar de aquí al parón de noviembre toda la progresión llevada a cabo, tanto en el juego como en los resultados y en las cifras defensivas. El calendario durante este tramo implica recibir el próximo domingo a Osasuna, visitar al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán y medirse en Anoeta al Barcelona el próximo domingo 10 de noviembre (21.00 horas).