La reforma de la ley Mordaza está a punto de volver a guardarse en un cajón ante la incapacidad de los grupos de llegar a un acuerdo. Un año de negociaciones y 40 reuniones no han servido para alcanzar un consenso sobre cómo modificar los aspectos más lesivos de la ley, cuya reforma fue una de las promesas electorales de Pedro Sánchez.
Este miércoles se reúne la ponencia en el Congreso, y el encuentro llega entre acusaciones mutuas de los grupos de ser los responsables del fracaso.
Son cuatro los puntos en los que no hay consenso: el uso de material antidisturbios; qué es o no falta de respeto a la autoridad; el artículo que alude a desobediencia o resistencia a la autoridad y las devoluciones en caliente.
El PSOE acusa a ERC y EH Bildu de electoralismo
El portavoz socialista, Patxi López, tomó la iniciativa este martes para criticar a EH Bildu y a ERC por primar sus cálculos electoralistas a la reforma de la ley.
"Esperamos que los que nos comprometimos con dejar atrás la ley mordaza no pongan ahora otros intereses por delante de estos cambios que ya están acordados y que no se llevarían a puerto en caso de votar en contra de esta ley", ha afirmado este martes López, antes de subrayar que los aspectos por los que ley que aprobó el PP en solitario renombrada como ley mordaza se corrigen con las cerca de 40 enmiendas transacciones pactadas y otra decena de parciales.
ERC y EH Bildu acusan al PSOE de negarse a reformar los artículos más polémicos de la Ley. El diputado de EH Bildu, Jon Inarritu, afirma que no admitirán una ley Mordaza light.
"La Ley Mordaza es llamada así por los artículos más lesivos (aquellos por los que más se sanciona). El PSOE se niega a desactivarlos y propone mantener una Ley Mordaza Light, incumpliendo su promesa", ha señalado el portavoz en la Comisión de Interior de EH Bildu.
La hora de la verdad para el PNV
Y el PNV, promotor de la reforma de la ley con una proposición de 2017, afirma que ha llegado la hora de la verdad. Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, considera que cada grupo debe retratarse, e insiste en que en una negociación todas las partes tienen que ceder.
"Los cambios nunca contentan por completo a todos", ha añadido Esteban antes de señalar que existen "dos propuestas intermedias" sobre dos puntos encallados que podrían servir para lograr un acuerdo.
Si no hay un cambio de posiciones in extremis, la reforma de la ley quedará aparcada una legislatura más.