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La reforma de las pensiones vuelve a chocar con el rechazo de los empresarios

Los salarios máximos cotizarán un 6% adicional, de forma gradual, destinado a un fondo de solidaridad para las jubilaciones
La delegación de Comisiones Obreras, ayer, a su llegada al Ministerio. | FOTO: EUROPA PRESS
La delegación de Comisiones Obreras, ayer, a su llegada al Ministerio. | FOTO: EUROPA PRESS

El proyecto de reforma de las pensiones confirmó ayer que se adentra en el mismo callejón de las últimas medidas sociales aprobadas por el Gobierno español: acuerdo con los sindicatos, rechazo de la patronal y los habituales apoyos parlamentarios para su aprobación.

La letra pequeña del borrador de reforma de las pensiones tiene mucha miga. Más allá del incremento de 25 a 29 años de las bases de cotización que se utilizan para calcular la pensión en el caso de que salga beneficiado el trabajador que se retira, la confirmación del destope de los salarios máximos, que históricamente cotizaban hasta un límite establecido en los Presupuestos, será una de las principales novedades. También es una barrera insalvable para la patronal, que estaba citada ayer junto a los sindicatos en el Ministerio de Seguridad Social y mostró su rechazo al planteamiento. En teoría pactado con la Comisión Europea, aunque ayer eludió confirmar su apoyo.

Según el borrador de la reforma, al que ha tenido acceso el Grupo Noticias, los sueldos que superen la base máxima de cotización tendrán que realizar una aportación adicional del 6% a la Seguridad Social. El trabajador asumirá un 1% y el resto irá a cargo de la empresa, de ahí que la CEOE expresara su rechazo.

En todo caso, el mecanismo entrará en vigor en 2025, con un 1% de cotización adicional, y se incrementará en un 0,25% anual a partir de entonces, hasta alcanzar el 6% en 2045. El dinero se destinará a un fondo de solidaridad que garantizará recursos en el sistema para cubrir las pensiones.

El esquema de aportaciones extraordinarias a las arcas de la Seguridad Social se completará con el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, por el que las cotizaciones de los trabajadores aumentarán en general en un 1,2%, de los que un punto corresponderá a la empresa, que nutrirán el Fondo de Reserva del sistema. Estas aportaciones adicionales, pero de carácter permanente, han posibilitado el acuerdo del Gobierno español con la Comisión Europea. La reforma de las pensiones tiene luz verde en Bruselas, que ha sido más flexible en cuestiones como el periodo de computo de la pensión, uno de los principales caballos de batalla de los sindicatos.

Otro acuerdo sin la patronal

La mesa de diálogo social se volverá a reunir el próximo lunes. Los sindicatos secundarán la propuesta entonces a tenor de su reacción de ayer. Los empresarios, por su parte, marcarán más distancias con el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez.

Otra cosa es lo que ocurra en la tramitación parlamentaria. También hay acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos, y tras el visto bueno de UGT y Comisiones Obreras, habrá otros apoyos por parte del bloque de partidos que sostienes al Ejecutivo. En el caso del PNV, todavía no hay una decisión tomada, ya que la formación jeltzale está analizando en estos momentos el documento remitido por el Ministerio.

El último bloque de la reforma de pensiones incluye varias medidas para mejorar los ingresos, como la cuota de solidaridad en las cotizaciones de los sueldos más altos, a la vez que permite mantener el periodo de cómputo actual en 25 años a aquellos trabajadores que salgan beneficiados frente al cálculo con 29 años.

El planteamiento se centra en un aumento de los ingresos para garantizar la sostenibilidad de unas pensiones vinculadas a la inflación.

Junto al destope de las salarios, entre las medidas para mejorar ingresos, el Ministerio plantea duplicar la cotización adicional vinculada al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), hasta dejarlo en 1,2 puntos porcentuales en 2029 y extenderlo de forma automática hasta 2050. Todas estas medidas suponen mayores costes en cotizaciones para las empresas que criticaron “la recaudatoria” del Estado e indicaron que los trabajadores “verán absorbidos parte de los incrementos en su retribución”. “Se garantiza la sostenibilidad del sistema a través de un reforzamiento de los recursos, evitando cualquier tipo de recorte”, defendieron desde el Ministerio de José Luis Escrivá.

Lo cierto es que la reforma contempla mecanismos de evaluación y revisión constantes del equilibrio entre ingresos y gastos de la Seguridad Social. De modo que todo queda sujeto al éxito de unos cambios que están sujetos al apoyo sindical y que, seguramente, son menos ambiciosos de lo que esperaba la Comisión Europea. l

Las claves

Subida

bases máximas. Entre las medidas para reforzar los ingresos destaca la subida de las bases máximas de cotización (actualmente en 4.495 euros), que se hará entre 2024 y 2050. Esta consistirá en ir sumándole a la cuantía anual del IPC una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales. Por su parte, las pensiones máximas se revalorizarán año a año con la cuantía anual del IPC más un incremento adicional de 0,0115 porcentuales acumulativos cada año.

Solidaridad

cuota adicional. El Estado ha planteado una “cuota de solidaridad” para la parte del salario que actualmente no cotiza por superar el tope máximo de cotización. Esta será del 1% en 2025 e irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045. Esta cuota sólo se aplicará a salarios superiores a 53.946 euros en 2023.

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Equidad

Intergeneracional. El Mecanismo de Equidad Intergeneracional pasa de los 0,6 puntos porcentuales actuales a 1,2 puntos en 2029 para reforzar el sistema durante los años en los que puede haber una mayor tensión por la jubilación de la generación del baby boom.

Años de cálculo

hasta 29. Para los próximos 20 años se establecerá un régimen dual de cómputo, que permitirá escoger entre los 29 últimos años de carrera, descartando los dos años peores; y el periodo de cómputo actual (25 últimos años).

2023-03-12T07:18:04+01:00
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