Ya tenemos cerca una nueva estropatada, ese evento popular organizado por Walk on project (WOP) en el que la ría de Bilbao se llenará de patitos el 6 de octubre en la explanada del museo marítimo en una fiesta que servirá para recaudar fondos para la investigación de enfermedades neurodegenerativas. Nos lo explica el fundador de WOP Mikel Rentería.
¿Cómo nace WOP?
-El origen realmente está en el año 2008, cuando el 13 de octubre diagnostican a Jon, mi hijo, una enfermedad neurodegenerativa. Era un niño aparentemente sano de seis años, empezó a tropezarse en el monte y después de hacerle una resonancia nos dicen que le queda un año o año y medio de vida porque tiene una enfermedad muy rara por la que va a sufrir un proceso degenerativo y que no había nada que hacer. Nos dan de referencia de la enfermedad una película, Lorenzo’s Oil, que relata la historia de una familia muy pareja a la nuestra. De hecho, entramos en contacto con el padre que dio lugar a aquella historia. Jon no murió, porque pudimos saber que se podía hacer algo, un trasplante de médula. Resultó que nuestra hija pequeña era idéntica en médula ósea a Jontxu, y el trasplante podía quizá frenar la enfermedad. Jon vive, el 18 de septiembre cumplió 22 años, y es el capitán de nuestra fundación. En nuestra familia esto supuso una revolución.
Es un punto de inflexión absoluto.
-Completo. Claro, teníamos una vida absolutamente acomodada, tres hijos aparentemente sanos, haces tus proyectos de vida para ellos, y de repente te dicen que tu hijo se está muriendo. Aterrizamos en esta realidad, y decidimos que nuestra vida -la de Mentxu y la mía- se iba a dedicar a luchar contra estas enfermedades. Ahí surge WOP, de ese impulso y de la gente a nuestro alrededor que nos dio el calorcito y el impulso para lanzarnos.
Sus valores están claros. ¿Le gustaría lanzar algún mensaje a todas esas personas que les han acompañado durante este tiempo?
-WOP está hecho de pequeños impulsos, de muchas personas, empezando por los propios empleados que dedican yo creo que lo más valioso que tenemos, que es nuestro tiempo, los voluntarios, los amiWOPs que llamamos y las personas que aportan su grano de arena adquiriendo productos WOP, asistiendo a eventos... Además, todos los fondos que se derivan de cualquier acción van directamente a la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas. Esas personas son clave en la evolución de WOP.
¿En estos años han creado sinergias con asociaciones de la zona?
-Nuestro posicionamiento está muy enfocado en apoyar a la ciencia, no tanto en ser una asociación de afectados por la enfermedad, porque no lo somos. Para ello hay un conjunto de asociaciones espectaculares con las que tenemos relación que hacen esa otra labor. Nosotros somos muy transversales en cuanto al conjunto de enfermedades en las que tenemos impacto a través de la ciencia y tenemos relaciones con muchas asociaciones de afectados.
¿Qué proyectos científicos han apadrinado en este tiempo?
-Hemos financiado ya siete proyectos internacionales de diferentes consorcios que tratan de reparar aquello que en muchas enfermedades es común y tratar de regenerar un producto que en estas enfermedades es clave, la mielina. La mielina es como si fuera el plástico de los cables, que aísla el cobre -el conductor- del exterior, y en el caso de la mielina regula la velocidad a la que las señales en nuestro cerebro van. Hay proyectos que tratan de regenerar esa mielina. Hay un proyecto muy interesante ahora que tiene que ver con los dientes de leche. Porque resulta que antes se pensaba que nacíamos con las neuronas que teníamos y a lo largo de los años iban muriendo y se acabó, pero no es así. Para provocar la regeneración de esas neuronas, de esas diferentes células que hay en el aparato nervioso, las células madre que están por ejemplo en la pulpa de los dientes de leche se pueden convertir en neuronas. Hay un proyecto liderado por Salvador Martínez y que estamos impulsando desde hace años que lo que trata es con la inyección de esas células regenerar el aparato nervioso.
En 2008, comentaba, surgió WOP. En 2013 tuvimos la primera estropatada. ¿Cómo llegan estos patitos tan monos a inundar la ría de Bilbao?
-(Risas). Esta idea nace en una cena con amigos y con el corazón de WOP. A la segunda botellita de vino o así un amigo dijo: “Oye, hemos visto que en Alemania los universitarios hacen una carrera de patos”. Empezamos a ver imágenes, y este mismo amigo dijo: “Esto tenemos que hacerlo aquí”. Lo siguiente era presentar al Ayuntamiento la idea. Se quedaron patidifusos (risas). De ahí surge la idea. Planteamos en aquel momento que queríamos hacer la mayor carrera del mundo de patos. La primera estropatada fue un bombazo. Parecía que había ganado el Athletic la Liga, y lo hemos mantenido todos los años.
Este año, ¿repetiremos el éxito de la bajada de la Gabarra con la estropatada?
-(Risas). Ahí dependemos mucho del tiempo. Y aun así, las ediciones en las que el tiempo ha estado regulero, la gente al final viene. Siempre son miles de personas las que se acercan a la carrera o a lo largo del día, porque es una fiesta popular.
Llega además con cambios. En los últimos años tenemos biopatos. ¿Qué cambia?
-Desde el principio los aspectos medioambientales estaban en el centro de la acción. Absolutamente todos los patos los hemos recogido cada año de la ría. Allá por 2018 decidimos eliminar los patos de plástico del evento, a tres semanas de aquella edición. Aquel año tornamos a un elemento natural como son las piñas de pino. Durante tres años las mantuvimos. Y a la vez lanzamos un proyecto para localizar materiales biodegradables con los que pudiéramos volver a los patos. Después de mirar en medio mundo tiramos de dos empresas vascas con las que conseguimos hacer el único pato que se hace en el mundo de material de origen vegetal. Desde 2021 la carrera se hace con patos compostables en planta de compostaje de material de origen vegetal.
La víspera de la estropatada también hay actividades preparadas. ¿Qué nos vamos a encontrar?
-Claro, la idea desde hace ya tres años es generar un fin de semana o una semana larga de impacto en divulgación y de eventos. Es una semana en Bilbao y Bizkaia (tocamos a 36 municipios) de sensibilización y de eventos alrededor de WOP. El día 5 sale WOP challenge, una carrera de relevos por equipos alrededor de Bizkaia pasando por esos 36 municipios. Se ha convertido en un evento deportivo muy relevante, y tiene 3 modalidades. Una sale el sábado, otras dos modalidades -una andando y otra corriendo por equipos- que salen el domingo, y todos los equipos van llegando en medio de la fiesta de la estropatada. Se junta todo, y una semana después tenemos el WOP Festival en la sala Santana. Allí traemos un grupo alucinante, The Last Internationale, que me recuerdan muchísimo a Pretenders. También un grupo madrileño, Los estanques, los bilbainos Amann and the wayward sons, y tocamos nosotros también. Dentro de WOP hay una banda de rock’n roll, Mikel Renteria & the WOP band. Hemos editado cinco discos y formamos parte del cartel del festival.