La ría se desborda a la altura de Erandio y Zorrotzaurre

Las mareas vivas han vuelto a provocar desbordes en la ría de Bilbao, afectando especialmente a las zonas de Erandio y Zorrotzaurre, como ya ocurrió el día de ayer. Según las previsiones de Euskalmet, las mareas de este jueves alcanzarían su punto más alto, llegando a los cinco metros de altura. Afortunadamente, no se han registrado incidentes graves a pesar del importante aumento en el nivel del agua.

El aviso amarillo por riesgo marítimo-costero ha estado activo entre las 17:00 y las 20:00 horas, siendo la pleamar a las 18:23 horas, momento en el que la marea ha alcanzado su punto máximo con una altura de 5,12 metros. Tal como se esperaba, la subida del agua ha superado los límites de las zonas más vulnerables, como Erandio y Zorrotzaurre, lo que ha obligado a vecinos y paseantes a tomar rutas alternativas, ya que las carreteras cercanas a la ría han quedado anegadas. 

En Erandio, la calle Obieta, que había sido cerrada debido al desborde, ha sido reabierta una vez que el nivel del agua ha empezado a bajar, y se ha reducido el número de alcantarillas abiertas para facilitar la evacuación. Por otro lado, en la calle San Ignacio de Zorrotzaurre, las alcantarillas se han visto desbordadas, lo que ha aumentado la expectación de los curiosos que se acercaron para observar el fenómeno.

Las autoridades locales, incluyendo al Ayuntamiento de Bilbao, la Policía Municipal y Protección Civil, han estado en alerta vigilando las barreras de sacos terreros colocadas en los muelles para mitigar los efectos del agua. 

En diferentes puntos de Gipuzkoa también se han dejado notar esas mareas vivas. Como por ejemplo en Pasai Donibane donde ha entrado agua, y en Zumaia, con la pleamar, el agua ha tomado el puerto deportivo.

Aunque las mareas de este viernes seguirán siendo elevadas, Euskalmet ha pronosticado que no alcanzarán los niveles de los dos días anteriores. La pleamar se espera a las 19:05 horas con una marea de 5,03 metros, y se mantendrá el aviso amarillo por posibles "rebases puntuales" en las áreas más sensibles de la costa.