La última Encuesta Financiera de las Familias (EFF) que elabora el Banco de España revela el empobrecimiento de las familias del Estado en los últimos 20 años en los que se realiza esta medición y que revela que la riqueza neta -activos menos deudas- se ha reducido de forma notable en este periodo.
La primera conclusión que se saca es que desde 2005 la vivienda en propiedad y la riqueza neta se ha reducido entre las generaciones más jóvenes. En este sentido, llama la atención el cambio en la tenencia de vivienda en el Estado a lo largo del tiempo. Así, mientras que en las generaciones nacidas entre 1945 y 1965 las tasas de vivienda en propiedad a los 42 años se situaban por encima del 81%, en 2022, para los nacidos entre 1975 y 1985, este porcentaje baja hasta el 67%, es decir, 14 puntos porcentuales menos. Esta reducción de la vivienda en propiedad parece estar intensificándose para los nacidos después de 1985, aquellos que hoy tienen menos de cuarenta años.
Así se observa que las generaciones más jóvenes están acumulando menos riqueza neta que sus predecesoras. Así, por ejemplo, las generaciones nacidas en torno a 1960 tenían algo más de 200.000 euros de riqueza neta mediana a los 45 años, casi el doble que las personas nacidas en torno a 1980 a la misma edad (107.031 euros).
Según la última encuesta, la riqueza neta mediana de las familias era de 147.700 euros mientras que la riqueza media era de 309.000 euros. En este periodo, la ratio media se ha elevado alcanzando un valor de 1,47 en 2005 y un valor de 2,16 en el año 2022. Por grupos de edad, tanto la riqueza media como la riqueza mediana se elevan con la edad.
Así, al elevarse el nivel de educación aumentan la riqueza media y mediana. A finales del año 2022, la riqueza mediana para las personas con estudios universitarios alcanzaba una cifra de 274.700 euros y la riqueza media una cifra de 603.000 euros.
Respecto a la situación laboral del cabeza de familia, los valores más altos en ambas riquezas corresponden a las personas empleadas por cuenta propia.
En 2022, los activos reales constituyen el 78,9% de los activos totales de los hogares. La vivienda es el activo real más importante de las familias, representando el 52,9% de estos activos para el conjunto de los hogares en el año 2022.
Respecto a los activos financieros, para el conjunto de los hogares, éstos representaban el 21,1% de los activos totales en el año 2022.
Deuda de los hogares
Por contra, la deuda de los hogares representaba en el año 2022 el 9,3% del valor total de sus activos, similar porcentaje que en el año 2015 este porcentaje era del 9,5%. La deuda pendiente para la adquisición de la vivienda principal constituyó el 66% del total de la deuda de los hogares en el año 2022.
El informe también permite comparar la concentración de la riqueza neta en diferentes países del eurosistema entre 2011 y 2021. Mientras que hace más de una década el 5% más rico concentraba menos del 35% de la riqueza, los últimos datos indican que esta acumulación es superior al 40%. Es el tercer país del eurosistema con mayor desigualdad en este sentido, solo por detrás de Italia y Alemania.
Este aumento de la concentración entre 2011 y 2021 equivale a casi 7,3 puntos porcentuales, un incremento inferior al de Italia, pero superior al de países como Alemania, Francia y Portugal, donde este porcentaje ha disminuido.
En total, la riqueza financiera de las familias aumentó un 11,7 % en un año y superó el pasado septiembre los 2,3 billones de euros, aunque la cantidad de efectivo en sus manos siguió hundiéndose en mínimos históricos.
En corto
4.000 millones
Cuesta de enero. Las familias retiraron 4.000 millones de euros en depósitos en el primer mes del año, posiblemente para hacer frente a los gastos de las Navidades y sobrellevar “la cuesta de enero”, según los datos publicados por el Banco de España. A cierre de enero, los hogares tenían depositados en la banca española 1,039 billones de euros, después de haber restado un 0,38% de sus fondos respecto al cierre de 2024, lo que se traduce en cifras absolutas en los 4.000 millones ya citados.
Ahorro
Depósitos bancarios. Hasta ahora, la tendencia de los hogares había sido la de aumentar de forma sostenida los depósitos bancarios, a medida que empeoraba la crisis económica por la pandemia de la covid-19 y los hogares optaban por una mayor prudencia en sus gastos. Agosto de 2022 supuso un punto de inflexión, ya que solo en ese mes se produjo una retirada de depósitos de unos 3.800 millones.
47.200
Millones más. En comparación con enero de 2024, el dato del primer mes de 2025 es un 4,76% superior. En términos absolutos, los hogares amasaban en sus cuentas 4.000 millones menos que en diciembre pero 47.200 millones más que un año antes. El importe de los depósitos de los residentes en el Estado, más el de los que están en el extranjero, se mantuvo por encima de 1,7 billones de euros por octavo mes consecutivo. En enero cayeron en 18.900 millones de euros frente a diciembre, pero subieron en 78.000 en comparación con el año anterior.
Así lo reflejan los datos del Banco de España sobre las cuentas financieras de la economía española, que concretan que la riqueza financiera neta de los hogares se situó en 2.327.344 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2024.
Esa cifra (que mide los activos financieros netos de los hogares) representa un 148,4 % del producto interior bruto (PIB) español, lo que supone 6,7 puntos porcentuales más que un año antes.
Por su parte, la deuda tanto de empresas como de hogares ascendió a 1,7 billones, lo que supone un incremento del 1,6 % respecto al mismo trimestre de 2023.
Sin embargo, en términos del PIB, la ratio siguió mostrando una tendencia a la moderación del endeudamiento. Concretamente, la deuda de las empresas aumentó hasta superar el billón de euros, pero su peso en el PIB español pasó en un año del 67,2% al 64,8%. Si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio sería del 80,9%, frente al 84,7% de un año antes.
Por su parte, la deuda de los hogares (incluida la de instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares, tales como ONGs, asociaciones culturales o deportivas o entidades religiosas, entre otras) se redujo tanto en términos absolutos como en función del PIB.