La rotonda más polémica de Pamplona , convertida en una “jungla de semáforos”

“Una jungla de semáforos”. Es la gráfica frase empleada por uno de los vecinos que ha acudido a la visita de varios concejales del Ayuntamiento de Pamplona a los nuevos pasos de cebra instalados en la rotonda de San Jorge, donde el vecindario ha vuelto a dejar claro que quiere soluciones definitivas e integrales al problema del tráfico.

27 grupos semafóricos están instalados en estos momentos en la polémica rotonda y en los accesos más cercanos, lo que da una idea de la densidad de la circulación que soporta el lugar (40.000 vehículos diarios) y de la estructura viaria que se requiere para garantizar la movilidad de los viandantes.

En la visita han estado presentes los integrantes de la Comisión de Presidencia, que han sido informados de la conclusión de las obras llevadas a cabo.

También han acudido una veintena de vecinos del barrio, con unos carteles para reclamar soluciones y recordar que existe una partida presupuestaria de 50.000 euros para poner en marcha un concurso de ideas.

Una de las vecinas asistentes, María Ángeles Claramunt, ha aprovechado la presencia de los representantes municipales para recordarles las necesidades del barrio y reclamar medidas después de años de abandono.

El concejal delegado de Seguridad Ciudadana Javier Labairu ha atendido pacientemente las explicaciones, mientras los asistentes desplegaban sus pancartas silenciosamente.

Los integrantes de la Comisión han recorrido a pie los cuatro nuevos pasos de cebra acompañados de los vecinos, que en todo momento han mostrado un comportamiento respetuoso con las autoridades.

La obra permite que el vecindario pueda desplazarse sin tener que atravesar el paso subterráneo de la rotonda y supone una solución a corto plazo ante la demanda ciudadana para reformar el entorno.

Pasos dobles semaforizados

En concreto, se han ejecutado cuatro pasos dobles semaforizados para regular el tránsito peatonal en una vía de alta densidad de tráfico de la ciudad, como es la avenida de Navarra. Además, se han construido otros dos pasos dobles en la intersección con la avenida de San Jorge. Ambas vías dividen el barrio en cuatro secciones, hasta ahora conectadas en exclusiva por el paso subterráneo. Este hecho generaba inquietud entre la ciudadanía, por la dificultad que algunas personas tenían, sobre todo mayores y con movilidad reducida, para acceder a la zona soterrada de la plaza, debido a la inclinación de las rampas.

Las obras de adecuación y rebaje de aceras y pintado de pasos, que comenzaron a finales de junio, han tenido un coste de 157.943,86 euros. Además, se han instalado semáforos en las intersecciones y se ha reforzado el alumbrado para los peatones en los puntos de cruce. La obra, que cuenta con financiación procedente de los fondos europeos Next Generation EU, se ha realizado en dos partes. Por un lado, se procedió a la instalación de los nuevos semáforos y a la modificación de los existentes. Y, por otro, se ha ejecutado la obra civil necesaria para los nuevos pasos de peatones, incluida la instalación de pavimento podotáctil para garantizar la accesibilidad.

Valoraciones de los grupos

El concejal Labairu ha reconocido que se trata de una solución provisional y que se optó por esta actuación como primera solución al problema planteado por el vecindario porque podía ponerse en marcha en un breve espacio de tiempo y sin apenas afecciones de las obras.

Uno de los responsables del área de Conservación Urbana, encargada de los trabajos, ha asegurado que la previsión es que la instalación de los nuevos pasos de cebra genere más retenciones, pero que habrá que estudiar los datos que se obtengan a corto plazo.

Los representantes de los grupos municipales de la oposición siguen insistiendo en la celebración de un concurso de ideas.

Borja Izaguirre, de EH Bildu, se han mostrado muy críticos con la tardanza del proyecto y con la gestión de UPN, “que distingue entre barrios de primera y de segunda”, mientras que Elma Saiz (PSN) ha lamentado la actitud de la alcaldesa Ibarrola y le ha pedido que asuma sus competencias sin recurrir constantemente al Gobierno de Navarra.