El Baskonia ha pasado por varios momentos complicados a lo largo de la presente temporada, pero ninguno tan doloroso y decepcionante como la tempranera eliminación de Copa del Rey el pasado viernes contra el Joventut, desaprovechando una gran oportunidad de reconciliarse con su competición fetiche y alcanzar esa final que se resiste desde 2009.
Sin embargo, lo que es preocupante no es la eliminación en sí, algo que viene siendo habitual en los últimos años en los que el equipo no ha parado de acumular decepciones en el torneo del KO, sino la dinámica descendente que arrastra el equipo y que se concretó en la abrumante inferioridad mostrada ante el Joventut en la segunda parte en los cuartos de final de la Copa del Rey.
Es evidente que todas las plantillas tienen altibajos en su rendimiento a lo largo de la temporada, pero en este caso el bajón del Baskonia no se explica por un mal momento de forma física, sino por una serie de factores que están condicionando al equipo y que no parecen tener una solución fácil a corto plazo. Y eso es lo realmente preocupante.
Sin Henry desde el 10 de enero
La principal diferencia entre el mejor Baskonia de la temporada, que deslumbró a Europa con un mes de diciembre espectacular en cuanto a juego, rendimiento y resultados, y la versión actual, más terrenal, es Pierria Henry.
El base estadounidense disputó su último partido como azulgrana el pasado 10 de enero contra el Bayern, duelo en el que tuvo una actuación muy discreta, no anotó y los alaveses perdieron por 92-79.
Hasta ese día los hombres de Peñarroya habían ganado 13 de los 14 duelos disputados anteriormente y habían pasado el mes de diciembre al completo sin perder un solo partido. Sin embargo, lo que estaba por venir sería bastante más perjudicial que un mal partido de Henry.
Una dura perdida
El base estadounidense fue apartado del equipo en el siguiente duelo contra el Partizan por unas molestias en el sóleo, aunque posteriormente se supo que el problema era más grave, ya que la FIBA detectó una irregularidad en un test antidopaje y decidió suspenderle la licencia de forma cautelar al jugador.
En consecuencia, al Baskonia no le quedó más remedio que suspenderle el contrato para permitir la llegada de un recambio que pudiera ejercer de segundo base para Thompson.
El elegido fue Heidegger, pero el israelí no ha logrado por el momento hacer olvidar la alargada sombra de Henry, algo que, simplemente por las características de cada uno, no va a suceder.
Desde que Pierria Henry fue apartado del equipo, el balance del Baskonia entre ACB y Euroliga es de seis victorias y seis derrotas, muy lejos del 13-1 que acumulaba en las citas anteriores a aquel punto de inflexión contra el Bayern.
“ Desde que fue apartado Henry, el balance entre ACB y Euroliga del Baskonia es de 6 victorias y 6 derrotas, muy lejos del 13-1 anterior ”
En la ACB los alaveses están logrando mantenerse a flote con cuatro triunfos y una derrota en casa del Obradoiro, mientras que en la Euroliga el balance es claramente negativo, con dos triunfos y cuatro derrotas.
El único duelo en el que el equipo recordó a la versión anterior a la baja de Henry fue el triunfo por 114-111 contra el Anadolu Efes, algo para lo que fue necesario que Thompson, Giedraitis y Costello rompieran varios de sus récords personales en Euroliga.
Derrotas en salidas asequibles
Por lo demás, la entidad de Zurbano cayó en dos de las visitas más asequibles, la del Armani Milán y el Zalgiris, y fue vapuleado por el Partizan en Belgrado, con lo cual ha pasado de ocupar con cierto margen los puestos de play off a estar actualmente al borde del precipicio, igualado con el Zalgiris, noveno clasificado.
Los números desde la marcha de Henry también hablan por sí solos. En el apartado ofensivo, el Baskonia ha logrado mantener unos registros parecidos al promediar 85 puntos en Euroliga y 90,4 en ACB y Copa, en la línea de los 85,4 y 88,5 que registra esta temporada respectivamente.
Sin embargo, en defensa –precisamente la especialidad de Henry– el bajón es notable, con 89,5 puntos encajados por choque en Euroliga (promedia 82,5 en la temporada) y 84,6 en ACB (82,25 en el global del curso).
El exterior estadounidense se complementaba a la perfección con Thompson, aportando voracidad defensiva, energía y un estilo de juego más anárquico e imprevisible. Su impagable trabajo de contención ayudaba a frenar en seco a los rivales durante los minutos decisivos de los encuentros, y Peñarroya no tiene ahora ese perfil de jugador capaz de anular y desquiciar al mejor anotador exterior del contrario.
Nadie duda de la calidad de Heidegger, pero se trata de un perfil ofensivo, más tirador y que se asemeja más al estilo de Howard que el del ausente Henry.
“ Nadie duda de la calidad de Heidegger, pero se trata de un perfil ofensivo y tirador, sin los atributos defensivos de su predecesor ”
Además, la diferencia de calidad existente entre Heidegger y Thompson fuerza a Peñarroya a tener al segundo más tiempo sobre la cancha, por lo que termina más fatigado que cuando contaba con un recambio de plenas garantías como Pierria.
Todo ello por no hablar de la experiencia, el carisma y el liderazgo que aportaba el de Virginia Occidental y el golpe que supuso anímicamente para el equipo perderlo en mitad de la temporada más el ruido mediático generado con el test.
Otros factores
En cualquier caso, no todos los males del Baskonia son explicables con la suspensión de Henry. Varias piezas del conjunto gasteiztarra han bajado su rendimiento respecto al inicio de la temporada.
Hommes, condicionado en las últimas semanas por unas molestias en la rodilla, está muy lejos de su mejor versión y ha pasado a tener un papel casi residual; Howard, la gran estrella ofensiva del equipo, no está encontrándose cómodo por unos problemas en la espalda, ha bajado sus porcentajes desde el triple y lleva un tiempo tiempo sin protagonizar una de sus exhibiciones anotadoras; Enoch no compensa con su ataque sus carencias defensivas, Kurucs y Raieste no están sumando y Giedraitis tiende a desaparecer de los partidos.
Muy mal lejos del Buesa
A ello hay que añadirle las dificultades que tiene el equipo para ganar lejos del calor de su público (no vence a domicilio en Euroliga desde el 16 de diciembre contra el Fenerbahce) y que quedaron patentes en Badalona contra el Joventut, donde no tuvo capacidad de reacción ante el empuje rival y de la afición local tras el descanso.
La defensa interior y el rebote en ambos lados de la cancha también es otro de los puntos débiles de un equipo demasiado dependiente de su acierto exterior.
Mención aparte merece el hecho de que, en caso de llegar a la fase final de la ACB o de la Euroliga, será muy difícil superar rondas si no se suman victorias a domicilio.
Un Peñarroya, alicaído
Además, el equipo, inexperto por la juventud y la falta de rodaje de sus jugadores en ambos torneos, no dejó precisamente buenas sensaciones en su primera prueba bajo la presión de una eliminatoria.
En definitiva, se antoja difícil encontrar una solución a corto plazo a la dinámica descendente que arrastra el club, y ni siquiera Peñarroya está consiguiendo dar con la tecla.
Sus continuos cambios de planes, moviendo a sus jugadores por distintas posiciones y quintetos denotan dudas y en los últimos minutos del duelo contra el Joventut se le vio derrotado y alicaído por primera vez en el curso. Es momento de reflexionar y buscar soluciones para que pueda reencontrarse con su juego. Más difícil será volver a ver al Baskonia de diciembre.