En mitad de un calendario tan apretado, el de ayer era un encuentro subrayado en rojo para poner en práctica las siempre necesarias rotaciones durante una temporada maratoniana. La unidad B del Alavés se ponía a prueba ante el Albacete para dosificar a varios titulares muy cargados de minutos. Pues bien, el balance final dejó más sombras que luces ya que los teóricos suplentes no hicieron olvidar en ningún momento a los titulares.
Claro que achacar el empate simplemente a la masiva presencia de jugadores de la segunda unidad sería injusto ya que el Alavés no tuvo una buena tarde y pecó de falta de clarividencia ofensiva ante un visitante extremadamente rocoso que justificó las razones de su notable trayectoria como visitante. Los problemas babazorros fueron más bien de falta de generación de fútbol en el plano colectivo y no pudieron achacarse a situaciones individuales, aunque no cabe duda de que se esperaba mucho más de futbolistas que hasta la fecha habían sido secundarios y ansiaban esta oportunidad.
Luis García se quedó corto cuando anunció la víspera que introduciría cinco cambios en la visita del Albacete. Finalmente fueron seis, dado que el técnico madrileño, respecto al fatídico partido en Burgos, renovó casi toda la defensa introduciendo a Arroyo, Sedlar el central balcánico, eso sí, tan solo duró un cuarto de hora en el campo debido a su lesión y Javi López, introdujo a Moya como acompañante de Sevilla en la sala de máquinas en lugar de Benavídez, apostó por Rober en sustitución de Alkain en la banda derecha y, por último, oxigenó a De la Fuente para hacer hueco a Hara como punta de lanza del equipo.
Semejante zarandeo al once inicial no le sentó bien al Alavés, cuyo bagaje ofensivo en la primera mitad fue muy discreto e incluso se salvó por centímetros de que el Albacete inaugura el marcador al filo del cuarto hora. El VAR anuló por fuera de juego un gol de Higinio porque, previamente, Dubasín estaba ligeramente adelantado cuando recibió un pase entre los centrales albiazules.
De las novedades albiazules, quien quizá dejó un mejor sabor de boca fue Arroyo, seguro atrás y que protagonizó alguna notable conducción para sumarse al ataque por la banda derecha. Moya, Rober y Hara fueron titulares por primera vez en la presente temporada y ninguno consiguió reivindicarse.
En el caso del mediocentro extremeño, que no pudo lucir tampoco en una de sus grandes especialidades como es el balón parado, se vio condicionado desde los primeros compases por una tempranera amarilla tras agarrar a un rival en la zona ancha. Rober se mostró bullicioso y provocó alguna amonestación en las filas albaceteñas sin brindar la capacidad de desborde deseada en el uno contra uno, mientras que Hara apenas intervino en el juego pese a pedir siempre el balón y su evidente deseo de agradar.
Las prestaciones del espigado japonés, eso sí, no debieron desagradar a Luis García, que al poco de que el colegiado anulase en el minuto 70 –a instancias del VAR– un gol de Guridi sacrificó al ex de la Real Sociedad para dejar paso a dos nueves arriba. Ese toque de corneta tras el ambicioso cambio albiazul dio paso a una ocasión inmejorable en las botas de De la Fuente. Sin embargo, el punta vallisoletano no acertó a superar a Altube en el mano a mano y dos puntos de oro se fueron al limbo tras una jornada en la que el Alavés evidenció que su fondo de armario presenta alguna grieta en la búsqueda del ascenso.