La competencia en la actual plantilla del Alavés brilla por su ausencia. Y no por la falta de jugadores en cada posición del campo, sino por la escasez de oportunidades a los futbolistas que parten desde el banquillo.
Julio Velázquez se estrenó hace escasos días como técnico del Glorioso en el que, también, fue su debut en Primera. El salmantino esbozó un boceto similar al de su predecesor. Los únicos cambios respecto al anterior once fueron la entrada de Ximo por Duarte en el lateral izquierdo y el empleo de dos centrocampistas por la lesión de Pere Pons, lo que provocó que Vallejo y Joselu compartieran la punta de ataque.
Línea a línea el Alavés no ha logrado la solidez que se le presupone a un equipo del máximo nivel. La sorpresa en El Sadar llegó con la presencia de Ximo en el lateral izquierdo, quien, a pierna cambiada, cubrió el puesto de Duarte. Es llamativa, también, la falta de minutos de Miazga. Ante la fragilidad defensiva de la pareja Lejeune y Laguardia, el norteaméricano podría servir como sustituto y, también, como un toque de atención para evitar relajaciones. El lateral derecho es la posición que cuenta con un mayor número de posibilidades, aunque Tenaglia se ha adueñado de dicho sector desde su aterrizaje en Vitoria.
UNA MEDULAR DE BREGA
Otro de los quebraderos de cabeza que han sufrido los tres técnicos del Alavés se encuentra en la sala de máquinas. El Glorioso cuenta con un abanico amplio de posibilidades en el centro del campo y, también, con futbolistas de unas cualidades muy diversas que deberían enriquecer el planteamiento de Julio Velázquez. Sin embargo, el perfil de futbolista que ha disputado más minutos corresponde a un tipo de jugador físico y de corte defensivo como Loum o Escalante, quienes asumen galones a la hora de frenar la elaboración del conjunto rival.
La creatividad corre a cargo de Toni Moya y Manu García, dos futbolistas diferenciales con el esférico. El primero se erigió como una de las sensaciones más positivas bajo las órdenes de Calleja, pero su protagonismo decreció a través del cambio de entrenador. El asturiano, por su parte, no cuenta con las oportunidades deseadas a pesar de que su clarividencia y buen criterio con el balón puedan ser de gran ayuda para los atacantes del Glorioso.
Ya en la zona de tres cuartos, Rioja es el único futbolista sin una competencia directa en su demarcación. En el carril derecho las últimas titularidades corren a cargo de Edgar Méndez pese a que el Alavés se reforzase tanto con Pellistri en el mercado veraniego como Jason en el invernal para dicha demarcación. La punta está asignada a Joselu quien, a pesar de que no atraviese un buen momento goleador, es el mayor artillero del equipo. En este sentido, Vallejo se postula como una buena opción en el ataque ya que Guidetti es intrascendente en los planes de la dirección deportiva y Miguel De la Fuente apenas ha dispuesto de cierta continuidad.
Ahora bien, la escasez de oportunidades a los jugadores que acostumbran a ocupar el banquillo puede deberse, también, a que no ofrecen un nivel acorde a lo que exige la élite del fútbol. A pesar de que, por cantidad, el Alavés cuente con jugadores de fondo de armario, quizá las prestaciones de los mismos no son las demandadas. Y ahí la responsabilidad no reside en el tercer entrenador de la temporada, quien se ha encontrado con una plantilla que, evidentemente, no fue confeccionada por él.