Tras una denuncia de CCOO, la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Bizkaia, ha reconocido como accidente laboral la ansiedad de un vigilante de seguridad de la estación de Renfe en Abando. El trabajador en cuestión estuvo de baja un año y medio, tras sufrir una agresión en su puesto de trabajo. Además de las secuelas físicas que sufrió este vigilante, la mutua obvió las secuelas psicológicas. La Seguridad Social reconoce que ambas dos debieron ser consideradas a la hora de dar el alta al empleado.
Tras estar año y medio de baja por la agresión sufrida, Osakidetza ha establecido que el vigilante "ha desarrollado un cuadro de ansiedad y estrés postraumático". Cabe destacar que este empleado de Prosegur, desempeña su trabajo en Abando desde hace diez años.
Finalmente MC Mutual, será la mutua encargada de sufragar los gastos de la baja de este empleado. Esta mutua pretendió dar el alta médica en julio de 2021, atendiendo exclusivamente a las consecuencias físicas de la agresión. CCOO ha denunciado que el alta era "prematura" y la Seguridad Social así lo ha ratificado. Este sindicato tiene claro que el empleado "no estaba en condiciones óptimas para la incorporación al puesto de trabajo".
Situación complicada en Abando
Esta estación es un punto conflictivo y problemático para el personal de seguridad. Desde hace ya tiempo CCOO viene denunciando "las malas condiciones laborales del personal de seguridad de Abando, además de los riesgos físicos y psicosociales que padecen". En Octubre del año pasado, este sindicato hizo publica también una sentencia judicial que reconocía también como accidente laboral, el síncope sufrido por otro vigilante de esta estación.