Ya tenemos fecha límite: 2035. En la Unión Europea está previsto que a partir de ese año ya no se vendan coches nuevos equipados con motor de combustión, ni siquiera híbridos o híbridos enchufables. A partir de entonces sólo podrán comercializarse vehículos con cero emisiones. Sin duda que es una buena noticia para nuestra salud y el medio ambiente, pero también he escuchado a unos cuantos amantes de los automóviles que ya empiezan a sentir nostalgia de unos motores de gasolina y gasóleo que nos han acompañado durante toda la vida.
Para quienes crecimos con la primera crisis del petróleo –a comienzos de la década de los años setenta del pasado siglo- y los utilitarios de 45 CV y tres puertas (Renault 5, Seat 127 o Ford Fiesta, por poner tres ejemplos), que jugábamos a ponernos de espaldas a la carretera y, a una distancia apreciable y segura, tratar de adivinar de qué marca era el coche que acababa de pasar –si era el ronroneo regular y rítmico de un Land Rover Santana, el sonido metálico de un Seat 124 o 1430, el ruido a cascajo de un vehículo humeante con motor diésel Perkins, o la suave y refinada sonoridad de un elegante Peugeot 404 o 504, por no hablar del inconfundible latido de los Renault 12-, los actuales y futuros coches sin ruido ni emisiones nos parecen fríos, casi sin alma.
Y todo ello se hace especialmente significativo cuando somos capaces de analizar la evolución que han tenido los automóviles con motor de combustión y muy especialmente los diésel en los últimos años. Les cuento todo esto porque me acabado de bajar de uno de esos ejemplares que sencillamente rozan la perfección, como otros muchos de su segmento. Se trata del Kia Ceed cinco puertas 1.6 MHEV diésel, un turismo compacto de 4,310 metros de largura, 1,800 de anchura, 1,447 de altura y 2,650 de distancia entre ejes, con un maletero de 357 litros y provisto de un propulsor de gasóleo con baja hibridación, 136 CV, 280 Nm, tracción delantera y caja de cambios manual de seis marchas (también dispone de transmisión automática DCT de doble embrague y siete relaciones, aquí ya con 320 Nm), que anuncia 200 km/h de velocidad máxima, 10,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, un consumo medio de 4,5 litros y unas emisiones medias de CO₂ de 120 gramos por kilómetro. Estos registros, siendo honestos, superan con creces lo que cualquier conductor en su sano juicio puede demandar y necesitar, con el añadido de unos consumos y emisiones sencillamente excelentes.
Tras probarlo intensamente por ciudad, carreteras de todo tipo y condición y autopista, sólo se puede concluir que el grado de perfección alcanzado es sencillamente admirable. Con un cuatro cilindros silencioso, suave, progresivo, contundente, eficiente y elástico, lleno desde el bajo régimen como si fuera un dos litros y capaz de estirar hasta la zona roja (4.750 rpm) como si se tratase de un ágil 1.200, el Ceed 1.6 MHEV colma de satisfacciones tanto a quien lo disfruta al volante como a quienes le acompañan en su espacioso, cómodo y refinado interior. Como le ocurría al Kia Stonic probado en este periódico hace unas semanas –en el que sólo criticamos la ausencia de rueda de repuesto, cuyo espacio ocupa la batería de la hibridación, y la merma de visibilidad del sensor de lluvia, dos pecados muy comunes hoy en día-, los desarrollos largos, pero muy utilizables, le invitan a uno a practicar una conducción prudente y responsable, aunque siempre estará ahí disponible el modo sport por si nos pide una alegría el cuerpo. Y será entonces cuando las cómodas suspensiones, consistentes y de una contrastada calidad, nos permitirán rodar aprovechando las excelentes prestaciones de este motor realmente ejemplar.
De vuelta a la normalidad y recuperada la cordura en el ritmo de conducción, será el momento de disfrutar de la excelente terminación y equipamiento del acabado Tech, el segundo más completo tras el GT Line y claramente por encima del de acceso (Concept) y del bien provisto Drive. Con un precio de partida en diésel de 17.100 euros (terminación Concept con Flexiplan Kia), el Tech supone un salto cualitativo de alcance que se va a unos muy razonables 21.100 euros. Y si lo nuestro es la gasolina, el Ceed de 100 CV sale desde 13.800 euros. Echaremos de menos estos motores de combustión.
La calidad general y el equipamiento se alían con un confort, seguridad y dinamismo muy elevados
La finura y prestaciones de un gasolina con la economía y el empuje de un diésel; el Kia Ceed demuestra estar en su mejor momento