La Seguridad Social está estudiando diversas fórmulas para reforzar los ingresos del sistema, entre ellas la posibilidad de establecer un recargo adicional en la cotización de los salarios más altos.
Esta medida, adelantada este lunes por el diario El País, es "una más" de que las que se están analizando en el marco del diálogo social y del diálogo parlamentario, han confirmado a EFE fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que no informará de los detalles de la negociación hasta que llegue a un acuerdo.
La última parte de la reforma de las pensiones, que el Gobierno comprometió con Bruselas para finales de 2022, está centrada en las medidas que permitirán compensar el incremento de gasto del sistema por el aumento previsto de pensionistas hasta 2050 y tras haber vuelto a ligar la revalorización de las pensiones a la inflación.
La reforma propuesta por el ministerio ya plantea el destope progresivo de las bases máximas de cotización, las de los salarios más altos, que se incrementarían un 30 % entre 2025 y 2050, así como de la pensión máxima aunque en menor proporción.
Esta medida aleja del acuerdo a la CEOE, que la ve como un incremento de los costes laborales que soportan las empresas, por lo que es previsible que también rechace un recargo adicional en la cotización de los sueldos más elevados.
Asimismo, la reforma propone el aumento del periodo de años cotizados que se usan para calcular la pensión, pasando progresivamente de los 25 años vigentes a 30 años pero computando solo los 28 mejores.
Esta medida es más difícil de aceptar para los sindicatos y los socios parlamentarios del Gobierno, incluido el socio de Gobierno Unidas Podemos.
En este contexto, el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, aseguraba la semana pasada que están en negociaciones simultáneas con los grupos políticos y los agentes sociales, y que espera tener cerrado un acuerdo antes de la primavera e, incluso, este mes de febrero.