La selección española de fútbol encarriló su billete para el Mundial de Catar 2022 después de imponerse a Grecia (0-1) gracias a un solitario tanto de Pablo Sarabia desde el punto de penalti, y a la derrota previa de Suecia en su visita a Georgia (2-0), un marcador que le coloca líder del grupo B.
El equipo de Luis Enrique Martínez lo tenía muy complicado a las seis de la tarde, pero dos horas más tarde -sin tan siquiera haber comenzado su partido- la empresa ya no era tan difícil. El tropezón de los suecos quitaba la categoría de 'hazaña' a la clasificación para Catar. Tan solo se trataba de ganar la última jornada.
Ahora, tras la victoria en el Spyros Louis, la triple campeona de Europa tan solo necesitará un empate para certificar su presencia mundialista. Para ello, el domingo en La Cartuja la tensión no será tal, e incluso perdiendo, tendría garantizada la opción de jugar una repesca que ya jugó en 2005 antes del Mundial de Alemania.
Sin embargo, el horizonte se ha esclarecido para 'la Roja' que fue la clara dominadora del partido aunque su juego no fuese brillante como en las últimas ocasiones. En la primera parte, la selección española tardó en asomarse a la portería contraria, al menos con peligro, y sí sufrió alguna contra de los helenos en botas de Masouras. Un gol del delantero del Olympiacos fue anulado por fuera de juego a los 20 minutos.
La selección española reaccionó y pronto constató su superioridad en ocasiones. La primera fue un disparo a la media vuelta del debutante Raúl de Tomás. A los pocos minutos erró Morata, que tampoco tuvo su día, y antes de alcanzar el ecuador de la primera parte apareció el único gol del partido tras un penalti que no ofreció dudas para el árbitro.
Una montonera de piernas en el área impidió a Íñigo Martínez rematar con claridad e incluso terminó cayendo al césped antes del disparo. El colegiado no lo dudó y Sarabia, que cogió el balón con determinación, batió sin problemas a Vlachodimos. El jugador del Sporting relevó a Sergio Ramos como último tirador español de un penalti en el tiempo reglamentario.
Diez minutos después falló la oportunidad más clara del encuentro en un mano a mano de Morata. El ariete de la Juventus hizo lo más difícil, se libró de un rival con potencia, pisó el área, pero fue incapaz de marcar cuando tenía todo a su favor. Así se llegó al descanso, con parte del trabajo hecho pero con el miedo que genera una diferencia exigua en el marcador.
Gavi, otro de los destacados, fue protagonista al comienzo de la segunda mitad con una leve conmoción que le valió el cambio. En su lugar entró un Busquets que había sido reservado -por estar apercibido de sanción- y 'la Roja' acaparó más posesión en la zona ancha. Rodrigo, el del Leeds, fue el encargado de llamar a la puerta de los griegos.
Pero nada cambió ese marcador bendito para el equipo de Luis Enrique, que seguía lejos del nivel que ofreció en la pasada Liga de Naciones ante Francia e Italia. La selección española ganó, pero poco más, y dejó su trabajo hecho para rematarlo este domingo. Es la cuarta victoria en territorio griego tras cinco visitas en toda la historia. La selección ya sí tiene el Mundial a tiro.