La ausencia de precipitaciones de los últimos meses en Navarra está empezando a traer consecuencias. La sequía ya ha provocado restricciones de consumo de agua en ocho localidades de la Mancomunidad del Moncayo: Ablitas, Barillas, Buñuel, Corella, Monteagudo, Murchante, Ribaforada y Tulebras; en tres municipios del Valle de Erro: Mezkiritz, Lintzoain y Bizkarreta-Guerendiain y en Bera, además de problemas de suministro en Usi. Si los meses de agosto y septiembre son tan secos como apuntan las previsiones de la Aemet, los problemas de abastecimiento podrían extenderse a otras zonas, especialmente la pirenaica y la vertiente cantábrica.
En las ocho localidades de la Mancomunidad de Aguas del Moncayo, que suman más de 20.000 habitantes, continúa la prohibición de regar en parques y jardines desde el 22 de julio. En los tres municipios del Valle de Erro, las medidas adoptadas han sido restringir el riego en huertas y jardines y realizar cortes de agua nocturnos. Por su parte, en Bera se ha instado a restringir el consumo de agua, prohibiendo incluso renovar el agua en piscinas privadas o limpiar coches con agua de la red pública o en las gasolineras.
Navarra mira con preocupación el nivel de ríos y embalses después de unos meses extremadamente secos. Desde mayo, se encuentra en situación de sequía (fenómeno natural que produce un descenso de temporal significativo de los recursos hídricos disponibles) toda la margen izquierda del Ebro; esto es, las cuencas del Ega, Arga y Aragón. La zona cantábrica estaba a punto de entrar en sequía en el informe del mes de julio y seguramente alcance esa situación al actualizarse los datos en agosto.
Prealerta en la margen derecha del Ebro
Pese a ello, la mayor parte de Navarra logra escapar de la situación de escasez –que se da cuando los recursos hídricos disponibles no cubren las demandas– gracias a las precipitaciones de diciembre y enero, que llenaron los embalses. Como explica César Pérez, jefe de planificación, estudios y ciclo integral del agua en Navarra, “todavía hay capacidad de dar las demandas pese a la sequía”. El suministro parece garantizado por el momento en la mayor parte de la Comunidad Foral, pero el eje y la margen derecha del Ebro (el Queiles y el Alhama) están en prealerta por escasez y podría haber problemas en ciertos municipios en las próximas fechas.
“Hay que recordar que el 55% de la demanda de abastecimiento de Navarra se realiza desde embalses o desde pozos de acuíferos y es el que está más o menos garantizado. El 45% restante proviene de manantiales y cabeceras de ríos, a los que afecta mucho más la sequía. Los ayuntamientos o mancomunidades que tienen una alternativa pueden hacer frente a la sequía. En Pamplona, por ejemplo, el manantial de Arteta está acusando la sequía, pero existe la alternativa del Canal de Navarra. Sin embargo, los municipios que no tienen otras opciones son los que ya están encontrando problemas. Lo normal es que esto se agrave en agosto y septiembre y gran parte de las poblaciones del cantábrico y pirenaicas pueden llegar a tener problemas”, concluye. l
Las claves
- Un julio muy seco. Las precipitaciones no llegaron a alcanzar el 50% de la media en la mitad norte de Navarra. En la Comarca de Pamplona, entre el 1 de mayo y el 20 de julio no ha llovido ni una cuarta parte de lo habitual.
- Los ríos, caudal mínimo. El Arga a su paso por Pamplona lleva un caudal de 0,6 m3/s, cuando la media del año pasado fue de 9,68. El Ebro en Mendavia arrasatra un caudal de 44,92 m3/s, cuando la media del año pasado fue 87,85.
- Consumo de agua. En Navarra se consumen 76,5 hectómetros cúbicos de agua al año. Supone el 1,56% de los recursos hídricos generados directamente en la Comunidad Foral.
Nivel de los embalses
- Actual / 2021 / En la década
- Yesa 39% / 46% / 61%
- Itoiz 53% / 56% / 59%
- Nagore 80% / 100% / sin dato
- Mairaga76% / sin datos
- Alloz70% / 72% /74%
- Eugi65% / 76% / 80%
- Irabia48% / 42% / 53%
- Urdalur66% / 66% / 76%
- Total50,54% / 54,66% / 62,59%
El Post-it
¿Qué son los niveles de alerta?
Las Confederaciones del Ebro y del Cantábrico cuentan con planes especiales de sequía y medidas para los distintos escenarios de escasez con prealerta, alerta y emergencia. El nivel de prealerta afecta al riego y aumenta la vigilancia de los niveles de agua. Se pueden realizar restricciones más severas con los niveles de alerta y emergencia. Además, es obligatorio que los sistemas de abastecimiento de más de 20.000 habitantes tengan un Plan de Emergencias y sería deseable que todas las entidades locales lo tuvieran.