Deportes

La sexta cita con East Lake

Jon Rahm inicia hoy con siete golpes de desventaja su concurso en el Tour Championship en busca de una remontada que le daría la FedEx Cup
Jon Rahm juega desde un búnker ayer en la ronda de entrenamiento en East Lake. Foto: Efe

Jon Rahm remata desde hoy en el Tour Championship de East Lake, cerca de Atlanta, la temporada del PGA Tour en la cita que reúne tras una dura criba a los 30 mejores de la FedEx Cup, que al final serán 29 por la renuncia por lesión de Will Zalatoris, el vencedor del primer play off hace tres semanas en Memphis. El golfista de Barrika no ha fallado a la cita en sus seis años como profesional y llega con buenas sensaciones a la cita decisiva, aunque su posición de partida, a siete goles de Scottie Scheffler, le deja con poco margen de error y le obliga a firmar hoy una vuelta notable para no quedar definitivamente descolgado. Y eso, precisamente, le costó en Memphis y Delaware. Con los jugadores que tiene por delante, tratar de protagonizar una remontada sería algo muy complicado.

A Rahm se le da bien East Lake. En la suma acumulada de golpes en el campo es el tercero mejor en los cinco años anteriores por detrás de Xander Schauffele y Justin Thomas, su peor posición ha sido la duodécima y el año pasado, saliendo a cuatro golpes, estuvo muy cerca de llevarse el premio gordo. Fue el mejor de la semana en la suma de golpes, pero Patrick Cantlay fue proclamado vencedor por solo uno de diferencia gracias a la ventaja inicial. Esto hace que este formato implantado hace un par de años sea discutido ya que antes, al menos, se establecían dos ganadores diferentes para el torneo y la FedEx Cup y se premiaba en cierta manera la regularidad, aunque a juicio de los responsables del circuito eso llevaba a confusión y restaba emoción al desenlace. Pero ahora la alternativa parece más injusta, sobre todo cuando la ausencia de Zalatoris no ha sido cubierta por el trigésimo primer clasificado ni provoca que los demás ganen posiciones y golpes.

El PGA Tour ha conseguido el compromiso de los mejores jugadores de coincidir en al menos doce torneos, al margen de los ‘majors’

En todo caso, el vizcaíno, que jugará hoy con el coreano Sungjae Im, no desistirá hasta que el campo o las matemáticas dicten sentencia. La mejoría en el putt observada en las dos últimas rondas del BMW Championship, que cubrió sin bogeys, puede elevar sus expectativas, siempre teniendo en cuenta que por delante tiene jugadores que suelen cometer pocos errores. Por ejemplo, Scheffler quiere rematar una temporada en la que ha sido el jugador con más victorias, la fiabilidad bajo presión de Cantlay es bien conocida, Schauffele siempre ha sido Top 7 en East Lake y McIlroy busca ser el primer jugador con tres victorias en la FedEx Cup.

En total, la media de edad de los presentes en East Lake no supera los 30 años y es el más baja desde que se creó este modelo competitivo en 2007. El ganador final se llevará un premio de 18 millones de dólares después de una temporada con 31 ganadores diferentes, algunos de los cuales ya se han pasado al LIV Golf y han sido borrados, por tanto, del PGA Tour. En este sentido, la semana pasada tuvo lugar en Delaware una reunión liderada por Tiger Woods a la que acudieron 22 jugadores con el propósito de proponer medidas para que el circuito pueda hacer frente a la amenaza del golf saudí, que volverá a lanzar sus andanadas en cuanto acabe el Tour Championship.

LA 22 DE DELAWARE

Ayer mismo, Jay Monahan, comisionado del PGA Tour, dio a conocer algunas de esas propuestas que empezarán a tomar cuerpo ya en 2023. Básicamente, se trata de elevar aún más las bolsas de premios a costa de que los mejores jugadores del circuito se comprometan a disputar al menos 20 torneos cada temporada, entre ellos doce excluidos los grandes que serán de obligado cumplimiento. Los responsables del PGA Tour habían detectado que las estrellas coincidían cada vez menos y eso iba a perjuicio de los aficionados y, a falta de más detalles, han encontrado una solución que algunas voces han calificado de “Liv 2” ya que parece marginar a los jugadores de ranking más bajo. Rory McIlroy, una de las voces autorizadas de ese grupo llamado ya ‘Los 22 de Delaware’ y en el que figura Jon Rahm, resumió la nueva situación: “Cuando pongo un partido de los Buccaneers quiero ver a Tom Brady. Cuando pongo la Fórmula-1, quiero ver a Lewis Hamilton”.

26/08/2022