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La sobrecualificación, un problema que daña el equilibrio en el mercado laboral

La CAV y Nafarroa cuentan con los mayores porcentajes de trabajadores en empleos que no requieren de la formación que atesoran
Profesionales de hosteleria atienden la barra de un establecimiento en una localidad de la CAV.

La alta capacitación de un trabajador puede convertirse en una ventaja desaprovechada si termina desarrollando su labor en un empleo con requisitos y remuneraciones inferiores a su categoría. Es lo que se conoce como el problema de la sobrecualificación laboral, que termina siendo también una barrera para quienes buscan empleo, ya que se enfrentan a un problema de discriminación invisible: muchas empresas rechazan sus candidaturas en un proceso de selección porque consideran que serán menos flexibles para hacer horas extra o que abandonarán la plantilla cuando les surja una mejor oferta.

El Atlas Estadístico 2023 elaborado por Eurostat, la Oficina Europea de Estadística, ha actualizado el estado de esta cuestión atendiendo a los datos –de 2022– de todo el conjunto de regiones europeas. Este instituto define la tasa de sobrecualificación como “el porcentaje de personas ocupadas, entre 25 y 64 años, con estudios superiores que están empleadas en trabajos de baja o media capacitación y para los que no se requieren estudios superiores”.

Los datos sitúan a las regiones del Estado español y Grecia a la cabeza de la sobrecualificación profesional. En concreto, de las 238 regiones analizadas –también se incluyen en el estudio los extracomunitarios Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia, Suiza y Turquía–, figuran 17 comunidades pertenecientes al Estado y otras siete comunidades helenas.

Los archipiélagos griegos de Ionia Nisia (47,5% de población empleada sobrecualificada) y Notio Algaio (47,1%) lideran esta tabla, seguidas por Cantabria (45,1%) y Canarias (44,5%). En el Estado, Euskadi ocupa el sexto puesto, con un 39,1% de trabajadores sobrecualificados, mientras que Nafarroa es novena (38,2%). La media en los Veintisiete es del 21,7%.

Tres de cada diez

En el caso español, el dato es que el 36% de los titulados universitarios y de posgrado trabajan en puestos que requieren una cualificación inferior, un porcentaje; además, que apenas ha variado en los últimos 30 años. Eurostat mide esta sobrecualificación analizando la proporción de titulados universitarios ocupados que trabaja en puestos distintos a los de directores, técnicos y profesionales científicos e intelectuales. Y, según Eurostat, los trabajadores que cuentan como mínimo con una licenciatura universitaria y que sí ocupan un puesto adecuado a su formación, eran poco más del 63% en 2022 en el Estado.

Las estadísticas ubican a Turquía como otro de los países que sufre en mayor medida este problema, mientras que algunas regiones de Países Bajos, República Checa, Suecia, Finlandia, Portugal y Hungría están entre las que menos tasas de sobrecualificación laboral ofrecen.

En general, se perciben mayores tasas en las comunidades del norte de la península, donde los porcentajes de personas con estudios universitarios son mayores, pero también donde las oportunidades laborales en campos como la industria, la ingeniería, las telecomunicaciones o las finanzas crecen a un ritmo menor que las derivadas del sector servicios –turismo y hostelería, entre otras–. Esto hace que los servicios absorban parte de la masa laboral con una formación por encima de la requerida para este tipo de empleos.

Envejecimiento y “éxodo”

En su documento estadístico, Eurostat reconoce que “el envejecimiento de la actual población trabajadora y la potencial salida de jóvenes con altas capacitaciones laborales a otros territorios puede llevar a una brecha de desarrollo entre regiones”, provocando que las comunidades que pierden trabajadores situados en sus primeros años de carrera profesional “tengan una capacidad limitada para construir un desarrollo sostenible, competitivo y basado en el conocimiento”.

En este sentido, Eurostat advierte de que estas diferencias territoriales “pueden ensancharse por otras transformaciones estructurales, como el cambio tecnológico o la transición hacia una economía basada en la neutralidad climática”. Por otra parte, Euskadi (42,2%) y Nafarroa (38,7%) presentan porcentajes de empleados altamente cualificados por encima de la media estatal (33,9%). No obstante, son tasas algo inferiores a la media de la Unión Europea (44,2%). Madrid, con un 46,5%, se sitúa a la cabeza.

Nuevamente, regiones que albergan a las capitales de naciones como Países Bajos, Alemania, Francia, Suecia y Luxemburgo son las que mejores porcentajes ofrecen, aunque también los entornos de ciudades como Praga, Varsovia y Budapest. Como explica el instituto de estadística europeo, “los mayores porcentajes se dan en los entornos de las capitales europeas porque son territorios que tienden a arrastrar profesionales de otras zonas y ofrecerles empleos en sectores dinámicos de la economía, además de un amplio espectro de oportunidades culturales y sociales”.

Los datos

  • 17 regiones a la cabeza. De las 238 regiones analizadas –también se incluyen en el estudio los extracomunitarios Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia, Suiza y Turquía–, a la cabeza en sobrecualificación figuran 17 comunidades del Estado y otras siete comunidades griegas, según Eustat. Los archipiélagos griegos de Ionia Nisia (47,5% de población empleada sobrecualificada) y Notio Algaio (47,1%) lideran esta tabla, seguidas por Cantabria (45,1%) y Canarias (44,5%).
  • 36% cualificación inferior. En el caso estatal, el dato es que el 36% de los titulados universitarios y de posgrado trabajan en puestos que requieren una cualificación inferior, un porcentaje; además, que apenas ha variado en los últimos 30 años.
23/10/2023