Buscar
Vida y estilo

La soledad, un factor de riesgo para la salud

El entorno social y económico influye directamente en la esperanza de vida de las personas
Las relaciones sociales tienen una incidencia directa en la salud de las personas.
Las relaciones sociales tienen una incidencia directa en la salud de las personas.

No hay duda alguna de que la genética influye directamente en la esperanza de vida de las personas pero desde hace tiempo se viene hablando de otro aspecto tan influyente o más que la genética, el entorno socioeconómico donde nos desarrollamos y vivimos.

Bajo el nombre de código postal se conoce a todo lo que se refiere a ese entorno social y económico en el que se mueve una persona. “En este concepto entran aspectos como las equipaciones y recursos del barrio donde vivimos, etc.

"Generalmente las personas con recursos bajos se trasladan a vivir a la periferia de las ciudades donde los recursos comunitarios son más escasos, con menos espacios verdes y lugares de encuentro, menos bibliotecas y polideportivos, etc”. explica Pedro Iturrioz, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.

Tras un estudio llevado a cabo en Londres se pudo comprobar como entre una estación del metro de una de las zonas privilegiadas y una estación de zona degradada del este de ciudad existía una diferencia de esperanza de vida de unos 10 años.

Ese mismo experimento se llevó a cabo años después en Bilbao, aplicándolo con el metro de la capital vizcaina. La brecha en la esperanza

de vida al nacer en Algorta en comparación con el Casco Viejo refleja que los hombres nacidos en el barrio de Algorta tienen una esperanza de vida 8,3 años mayor que los nacidos en el Casco Viejo y la diferencia entre las mujeres es de 4,3.

Las relaciones sociales también se ha visto que tienen una incidencia directa en la salud. Así, las personas que viven solas, sin amigos o familiares con los que relacionarse mueren antes que los que desarrollan una vida muy relacionada.

Un metaanálisis, realizado con más de 200.00 personas así lo demuestra y considera que las relaciones sociales es un factor de riesgo tan importante o más que el tabaquismo.

La brecha también alcanza a los servicios sanitarios. Así lo indica la Ley de Cuidados Inversos. Un estudio demuestra que cuanto más poder adquisitivo y cultural tiene un paciente, más tiempo le dedica el médico y lo más curioso de todo, es que el facultativo lo hace de

manera inconsciente. El doctor Juan Gervás lo explica. Él siempre se consideró un médico que dedicaba más tiempo a la atención de los pacientes que más lo necesitaban hasta que se compró un cronómetro y cronometró el tiempo que dedicaba a todos sus pacientes y lo comparó con su clase social. El resultado: dedicaba más tiempo a los pacientes de clase social más alta con independencia del problema de salud que tuvieran.

La implicación en este tema implica también a las instituciones.

Así, el doctor Pedro Iturrioz señala que las instituciones también pueden aportar para disminuir al máximo posible las desigualdades sociales en salud. Todo ello se puede hacer a través de un trabajo colaborativo y con políticas y programas enfocados al deporte, cultura,

salud y las relaciones sociales.

De hecho, en este sentido, el Gobierno vasco ya tiene identificado el problema y espera, mediante el enfoque comunitario de salud, trabajar para disminuir las diferencias sociales. La idea es que, tanto en personas de forma individual, como grupal se pueda identificar sus necesidades y llevar a cabo iniciativas que mejoren y equiparen las condiciones de cada barrio.

Etiquetas
2022-09-30T12:50:04+02:00
En directo
Onda Vasca En Directo