Las compras on line no dejan de crecer por la facilidad de hacer un clic y tener en unos días el producto en casa. Por ello las reseñas han adquirido cada vez más importancia, ya que a la hora de comprar algo que no conocemos valoramos mucho las opiniones de otras personas que ya se hicieron con ese producto antes que nosotros y que nos pueden animar a comprarlo o a desistir de nuestro interés por su mala experiencia vivida con él.
Pero como en todos los ámbitos, hay gente que en esas reseñas despliega toda su creatividad y las convierte casi en obras literarias. Como la de una pelota gigante de playa que, si bien fue escrita en 2018, se ha hecho viral ahora al compartirla en la red social X (antes Twitter) la cuenta @JirafitaBlue con el siguiente texto: “Creo que nunca me he reído tanto con una review de Amazon”. El tuit lleva más de 2 millones de visualizaciones.
Se trata de una pelota de plástico de nada menos que cuatro metros de altura y con colores muy vivos que se vendía en Amazon. Y su comprador realizó una reseña (escrita en español) desde Estados Unidos, calificándola con sólo dos estrellas sobre cinco y con el titular: “Una divertida forma de arruinar un fin de semana y perder 100 pavos”.
La reseña no tiene desperdicio, porque narra una aventura vivida con la pelota cargada de humor y de exageraciones, si es que realmente llegó a comprar el balón gigante y a utilizarlo. “Parecerá una broma pero no lo es. Llevamos esta pelota a la playa y después de casi 2 horas para inflarla, jugamos con ella en el mar durante unos 10 minutos llenos de diversión”.
A partir de entonces se desata el drama. “Fue entonces cuando el viento la levantó y la envió a la playa a unos 20 metros por segundo. Destruyó todo a su paso. Los niños gritaban aterrorizados ante el gigantesco monstruo hinchable que aplastaba sus castillos de arena. Hombres adultos fueron derribados tratando de salvar a sus familias. Cuanto más rápido lo perseguíamos, más rápido rodaba. Era como si se burlara de nosotros”.
El final no baja el nivel del texto. “Al final, tuvimos que dejar de perseguirlo porque su trayectoria de lesiones y destrucción nos iba a costar una fortuna en gastos legales. Se rumorea que todavía se le puede ver acechando a familias inocentes en la península de Florida. Lo perdimos en Carolina del Sur. Sálvese quien pueda”.