El Consejo de Ministros dará luz verde mañana a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en un 4,4%, situándolo en 1.184 euros mensuales por catorce pagas. Esto supone un incremento de 50 euros respecto a la cuantía fijada para 2024.
La medida, que se aplicará con efectos retroactivos desde el 1 de enero, beneficiará a cerca de 2,1 millones de trabajadores y es fruto del acuerdo alcanzado el pasado 29 de enero entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos CCOO y UGT, sin el respaldo de la patronal.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, firmará hoy el acuerdo junto a los principales líderes sindicales, Unai Sordo (CCOO) y Pepe Álvarez (UGT), en la sede del Ministerio. Se trata del quinto año consecutivo en el que la subida del SMI se pacta sin el apoyo de la CEOE y Cepyme, que en esta ocasión propusieron un aumento del 3%, posteriormente elevado al 3,4%, sin lograr ningún consenso.
La subida del SMI ha sido un punto de fricción entre el Gobierno central y la patronal. Los empresarios argumentaban que un incremento excesivo podría impactar negativamente en la creación de empleo, mientras que Trabajo y los sindicatos defendían que esta subida es necesaria para garantizar que el salario mínimo alcance el 60 % del salario medio, como establece la Carta Social Europea.
El incremento del 4,4% se ajusta a la propuesta más alta realizada por el comité de expertos que asesora al Gobierno en esta materia. Aunque los sindicatos pedían llegar a los 1.200 euros mensuales (un aumento del 5,8%), aceptaron el 4,4 % debido a la incertidumbre generada tras la caída del primer decreto ómnibus, que incluía la prórroga del SMI de 2024, y al compromiso del Gobierno de abrir una mesa de diálogo social en los próximos dos meses para abordar la adaptación de la directiva europea de Salarios Mínimos.
En esta futura negociación, los sindicatos y el Ejecutivo central debatirán sobre cómo evitar que la subida del SMI se absorba en pluses y complementos salariales, así como sobre la actualización automática de salarios en convenios afectados por el salario mínimo y la posible revisión de las cuantías diarias y por hora si se reduce la jornada laboral.
Uno de los puntos que aún genera incertidumbre es la fiscalidad del SMI. Díaz ha manifestado su intención de mantenerlo exento del IRPF, como ha sucedido en subidas anteriores, pero reconoce que esta decisión recae en el Ministerio de Hacienda, dirigido por María Jesús Montero. Hacienda aún no ha aclarado su posición al respecto, pero ha insistido en la importancia de la contribución fiscal para sostener los servicios públicos y combatir la desigualdad. “No todo se resuelve con bajadas de impuestos”, afirmó Montero.
1,8 millones de asalariados
Los beneficiarios de la subida del SMI serán mayoritariamente mujeres, jóvenes y trabajadores con contratos precarios, según estimaciones de CCOO. Se calcula que 1,8 millones de asalariados a tiempo completo (el 11,8% del total) verán incrementado su sueldo. Entre los asalariados a jornada completa, el 15,6% de las mujeres y el 17,2% de los jóvenes de entre 16 y 34 años se verán beneficiados. La incidencia relativa es mayor entre los trabajadores con contrato temporal (17,4%) y en ocupaciones elementales (28%), así como en los servicios de restauración, personales y vendedores de comercio (21,7%). El SMI ha pasado de 735,90 euros en 2018 a 1.184 euros en 2025, lo que supone un aumento del 60,9%.