Los centros educativos navarros han comenzado el curso con la tasa de abandono escolar más baja desde que se tienen registros: un 9,1%. Esta cifra supone una caída de cinco puntos porcentuales respecto a 2019, cuando el porcentaje era de un 14%.
“Estamos por debajo de la media de la UE (9,9%)”, se congratulaba ayer el consejero de Educación, Carlos Gimeno, que recordaba que en los últimos años el porcentaje ha ido variando entre el 11 y el 13% –aunque en 2019 llegó hasta el 14%–, un logro conseguido con “inversión pública” y una “apuesta tremendamente clara” por la Formación Profesional.
“Creo que hay cuestiones que han incidido de una manera clara y significativa”, afirmó el consejero antes de mencionar distintos programas o mentorías “que vienen del Ministerio con una una serie de fondos que vehiculiza el Gobierno de Navarra con fondos propios” y que especialmente cuentan con una “vocación de más recursos personales especializados para la atención a la diversidad y para la inclusión”.
Asimismo, Gimeno destacó que en los últimos años “ha existido una apuesta tremendamente clara por la Formación Profesional”, lo que también ha ayudado a reducir la tasa de fracaso escolar al ofrecer más opciones educativas al alumnado. “Partíamos de un 32% de los estándares de escolarización, y con la oferta de este año se ha llegado al 40%, mientras que la UE tiene un 47%. Hemos reducido la brecha en ocho puntos y obviamente en esa oferta tiene una importancia especial los Grados Básicos y Grados Medios”, incidió Gimeno, elogiando unos ciclos “que no solo desarrollan capacitación sino que atienden la diversidad”. “Creo que la reducción de la tasa es una conjugación de varias cuestiones que están bien planificadas y que empiezan a dar sus frutos”, sentenció.
Programas de inclusión
Dentro de los programas especiales del Gobierno para luchar contra el fracaso y el abandono escolar temprano y propiciar la inclusión educativa y el éxito escolar de todo el alumnado se encuentra el programa ProEducar-Hezigarri, un plan de Innovación para la Inclusión Educativa que trabajan hasta medio centenar de centros.
Aunque este año no ha habido convocatoria de incorporación a ProEducar, los centros se han podido unir a otro programa que lo contiene como una de las actividades palanca, PROA+. Éste es el Programa de Cooperación Territorial para la Orientación, el Avance y el Enriquecimiento Educativo, que este curso está presente en 48 centros educativos, 44 públicos y 4 concertados, en las etapas de Educación Infantil, Educación Primaria y ESO. Tiene como eje fundamental el refuerzo institucional de aquellos centros que presentan mayor complejidad educativa, y cuenta con un presupuesto de 2.630.585 euros.
Se inició durante el curso 2021-2022 y se basa en el desarrollo de actividades palanca en los centros, siendo común la docencia compartida en sus distintas variantes, con una dotación de 1.114 horas. Los centros participantes elaborarán un Plan Estratégico de Mejora, y estarán acompañados en este proceso por un equipo de asesores dependientes del Departamento.
En esta misma línea de trabajo, Educación cuenta con Unidades de Acompañamiento, que se plantean como una medida innovadora con una función específica: acompañar las trayectorias educativas del alumnado más vulnerable de una zona o sector –desde Educación Primaria, hasta el final de la ESO y Bachillerato– para prevenir fracasos y promover su aprendizaje y éxito escolar, en colaboración con otros profesionales.
Estas unidades están dotadas de profesionales educativos que se incorporaron al departamento en enero de este año. Para este curso, 11 personas acompañarán al alumnado vulnerable de una zona o sector para contribuir a la disminución del absentismo escolar y el abandono temprano. Están adscritos a un centro educativo, aunque su labor debe desarrollarse en zona atendiendo a una variedad de escuelas e institutos. Este proyecto supone un coste de 288.321,62 euros.