Conducir con calor, además de desagradable, es una práctica peligrosa: incrementa el riesgo de que suframos un accidente. Es más, la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que manejar un vehículo en el que hay una temperatura superior a los 35 ºC tiene efectos similares a hacerlo con una tasa de alcohol en sangre de 0,5 gramos por litro.
Por eso, según la DGT, conducir con una temperatura entre los 19 y 22 ºC no es solo una manera de ganar en confort, sino un método de seguridad para reducir las probabilidades de experimentar un accidente de tráfico.
Esto hace que se vuelva más importante buscar métodos que nos ayuden a reducir la temperatura del habitáculo de nuestro coche de una forma rápida pero también económica, ya que sistemas como el aire acondicionado, aunque sean necesarios, consumen más gasolina, un bien que cada vez se está volviendo más preciado.
De esta forma, un profesor japonés enseñó una técnica para ahorrar tiempo y gasolina a la hora de refrescar nuestros coches en verano. El truco consiste en bajar la ventanilla del asiento del copiloto y, a continuación, abrir y cerrar la puerta del conductor de forma rápida y con energía unas cinco veces. Así, conseguiremos que el interior de nuestro vehículo se vuelva un poco más agradable y seguro para la conducción.
Otras formas de reducir la temperatura del coche
1. Garajes y sombras. Siempre que sea posible es recomendable aparcar en zonas donde nuestro vehículo esté protegido del sol, lo que evitará que su temperatura interior aumente en exceso.
2. Cortinillas y parasoles. Si no hemos podido aparcar en un garaje o a la sombra, otra alternativa es intentar reducir el sol que entra en el coche para que, al menos, elementos como el volante no quemen tanto cuando vayamos a conducir.
3. Trapos mojados. Colocar telas húmedas sobre las salidas de ventilación también nos puede ayudar a refrescar el ambiente.
4. Bajar las ventanillas. Cuando comencemos a conducir, otra forma de disminuir el calor es bajando las ventanillas para permitir que el aire caliente acumulado en su interior circule y se refresque.
5. Aire acondicionado. Aunque consuma gasolina, es un elemento indispensable en la conducción, no solo por comodidad, sino también por seguridad. Por eso, es conveniente que en situaciones donde la temperatura es excesivamente alta, lo encendamos para regularla.
6. Vuelve a subir las ventanillas. Una vez que el ambiente se haya refrescado un poco y el aire acondicionado ya esté en marcha, no olvidemos subir las ventanillas para evitar que ese aire fresco se escape.