Los seguidores del popular clérigo chií Muqtada al Sadr se comenzaron a organizar ayer para una larga toma del Parlamento iraquí tras irrumpir en él el pasado sábado por segunda vez en una semana y pasar su primera noche en su interior, ante la hasta ahora contención de las fuerzas de seguridad. En medio de una situación de calma, las fuerzas de seguridad dejaban entrar y salir libremente a manifestantes y trabajadores del Legislativo mientras que los alrededor de 4.000-5.000 sadristas que permanecían en el edificio y sus alrededores se estaban organizando con tiendas de campaña y comités para aguantar un tiempo indefinido con la protestas. Entre sus peticiones, según algunos de sus miembros, están la disolución del Parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones, aunque por el momento su líder todavía no se pronunció sobre la toma y sus exigencias.
Una fuente del Parlamento explicó a Efe que los simpatizantes del movimiento de Al Sadr instalaron algunas tiendas de campaña en el patio exterior del edificio, situado en la vigilada Zona Verde de Bagdad, donde se ubican las sedes de las principales instituciones oficiales del país y numerosas embajadas.
Según el informante, los ocupantes han organizado comités para controlar quién entra y sale del recinto y están permitiendo a los funcionarios del Parlamento de los departamentos cercanos acudir a sus puestos de trabajo.
Contención policial
En la jornada de ayer el ambiente er de tranquilidad y, tras el centenar de heridos que se produjeron el sábado durante las manifestaciones en la Zona Verde y la toma de la Cámara baja, no se habían vuelto a registrar fricciones entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
El capitán Saal al Taí, de la Comandancia de Operaciones de Bagdad, indicó a Efe que los agentes estaban desplegados de manera intensiva en los alrededores del edificio y de otras instituciones de la Zona Verde, pero tenían instrucciones del alto mando de las Fuerzas Armadas de evitar lastimar a los manifestantes.
Uno de los miembros del movimiento sadrista que participó en la toma del Parlamento, Raad al Saadi, aseguró a Efe por teléfono que su acción es “un mensaje de que no hay lugar para los corruptos” y para anunciar su “rechazo al candidato del Marco de Coordinación para encabezar el próximo Gobierno, Mohamed al Sudani”.
El Marco de Coordinación es una alianza de partidos, integrada entre otros por Estado de la Ley, del ex primer ministro Nuri Al Maliki (2006-2014), y el Bloque al Fatah, el brazo político de las milicias proiraníes, que se convirtió en mayoritaria en el Parlamento tras la retirada a principios de junio de los diputados del Bloque Sadrista.
Estos, que habían logrado el mayor número de escaños (73 sobre un total de 329) en las elecciones de octubre, renunciaron siguiendo las órdenes de Al Sadr después de que el Marco de Coordinación boicoteara en varias ocasiones con la ausencia de sus legisladores la votación para elegir al candidato a presidente propuesto por la coalición liderada por los sadristas.
Las noticias de que el Marco de Coordinación pensaba convocar al Parlamento el fin de semana para la elección del nuevo presidente provocaron una primera irrupción de los simpatizantes de Al Sadr en el Parlamento, aunque se retiraron a las pocas horas obedeciendo a un llamamiento de este.
“También exigimos disolver el Parlamento, celebrar elecciones justas y formar un Gobierno que sirva a los ciudadanos. Seguiremos en nuestra sentada hasta lograr nuestras demandas”, apuntó en su comunicación Al Saadi.