La tómbola de Cáritas, sin duda uno de los espacios estrella durante los Sanfermines, liquidó hasta ayer por la noche, a las 23.00 horas (cierran con los últimos fuegos artificiales) todos los boletos que sacó a la venta: 2 millones. Tantos que hoy no han subido la persiana, porque ya no les queda ninguno, y se preparan ya para abrir el lunes en San Antón.
Eso sí, todavía hay premios sin recoger: 7 patinetes eléctricos, 4 televisiones y hasta un coche, “y esos suelen ser a por los primeros que vienen”, explica la responsable, Ana Urmeneta. El resto, los cuatro vehículos, han ido a parar ya a Castejón, otro a Barañáin y dos se han quedado en Pamplona. "El boleto del quinto está vendido así que esperamos que aparezca el premiado en cualquier momento", explica. Hasta el 16 de agosto los boletos no caducan y se pueden recoger en las oficinas de la tómbola en la calle San Antón, 3 bajo de 9.30 a 13.30 horas de lunes a viernes.
"Quienes han venido nos repetían las ganas que tenían de recuperar estas costumbres sanfermineras, de que se volviera a celebrar la tómbola"
El día que más boletos se vendieron fue el 7 de julio (97.000 boletos) y el que menos, el 16 y 17 de junio (17.000 boletos cada día), "estábamos en plena ola de calor".
Asume que ha sido “muy buen julio, aunque los Sanfermines algo más justos de lo que esperábamos, pero con la ola de calor entendemos que mucha gente decidiera quedarse en casa. Ha habido menos afluencia que otros años, menos boletos, pero el balance es positivo. Lo decidimos en noviembre y hemos sido más cautos que otros años a la hora de ponerlos en venta”, reconoce Urmeneta.
Recuerda que en 2020 no hubo tómbola y en el 21 decidieron hacer algo “más adaptado”, sacando a la venta 2.600.000 tickets, pero sólo se vendieron 600.000 en un año en el que preocupaba la pandemia. “Este 2022 también había algo de incertidumbre, ha sido un año difícil, pero la gente ha estado al pie del cañón, se ha trabajado mucho, y quienes han venido nos repetían las ganas que tenían de recuperar estas costumbres sanfermineras, de que se volviera a celebrar”, indica.
La tómbola nueva, dice, ha gustado mucho, ya que la anterior “era más operativa pero se había quedado vieja. La hemos renovado y ha habido muy buena respuesta”. Han colaborado 120 voluntarios que han estado “de diez”, de lunes a domingo en turnos de mañana, tarde y noche. “Ha sido un trabajo increíble, la gente está muy contenta”.
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