No habrá más demoras. La transferencia del Ingreso Mínimo Vital a Euskadi llega con año y medio de retraso con respecto a lo pactado entre el Gobierno español y el PNV, y se ha visto lastrada por los escollos técnicos esgrimidos desde el ministerio de José Luis Escrivá. Pero esa larga historia ha tocado a su fin. Ese retraso contrasta con la rapidez que tendrá en su puesta en marcha. Al contrario de lo que sucedió con el periodo transitorio de casi cinco meses en la transferencia de prisiones, la del IMV será efectiva en cuanto se publique en los boletines oficiales de la comunidad autónoma y del Estado.
La Comisión Mixta de Transferencias que reúne a los gobiernos vasco y español firmará este miércoles el acuerdo, según el cual Lanbide gestionará de principio a fin esta ayuda social, se encargará de la tramitación, el reconocimiento y el pago del IMV, y pondrá fin a la encomienda de gestión. Esto supondrá que la Seguridad Social no tendrá ya la última palabra en el pago. Y esta nueva realidad, que facilita los trámites a los receptores de la ayuda al gestionarlo todo desde una ventanilla única, se hará realidad con su publicación en una, dos o tres semanas a lo sumo.
Así lo explican fuentes de la consejería de Autogobierno de Olatz Garamendi consultadas por este periódico. Este dato marca una diferencia importante con respecto a lo sucedido con el traspaso de las prisiones, que se firmó en mayo del año pasado y no fue efectivo hasta octubre, y tuvo también una segunda fase sobre la reinserción laboral de los presos que entró en vigor en enero de este año. Ahora no sucederá lo mismo. La consejería de Garamendi explica que el proceso para la transferencia comenzará con la firma en la Comisión Mixta, después se llevará al Consejo de Gobierno para que conste este acuerdo, a continuación se publicará en los boletines oficiales y al día siguiente sería oficial. Todo este proceso "se puede alargar una, dos o tres semanas".
IDOIA MENDIA Y LA REFORMA DE LA RGI
La encargada de gestionar esta ayuda será la vicelehendakari segunda y consejera de Empleo y Trabajo, la socialista Idoia Mendia. Desde su departamento ratifican que no se va a seguir el esquema de las prisiones. Recuerdan que hoy, con la encomienda de gestión, cualquier ciudadano puede acudir a Lanbide a solicitar el IMV, pero tiene que esperar a que Madrid autorice o no el pago de la ayuda. Con el traspaso, cuando se publique en el boletín oficial, toda persona que solicite esta ayuda social sabrá que "su expediente empieza y termina en Lanbide", según explican esas fuentes.
Lo que quedará pendiente será el traslado de los expedientes que ahora mismo obran en poder de la Seguridad Social (y los casos que se han denegado). Idoia Mendia podría ofrecer detalles al respecto este viernes en el pleno de control del Parlamento Vasco. La vicelehendakari segunda ha celebrado la transferencia porque va a facilitar los trámites a los ciudadanos y, además, le despeja el camino para impulsar la tramitación de la reforma de la Renta de Garantía de Ingresos vasca, ahora que queda desbrozado el horizonte para ensamblar ambas ayudas. Espera impulsar la Ley del Sistema Vasco de Garantía de Ingresos e Inclusión, que contemplaba este traspaso.
¿A CERO CON EL PNV?
Garamendi ha alcanzado este acuerdo con la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, un pacto que tiene trascendencia política porque el PNV había avisado al presidente Sánchez de que le retiraría su apoyo si no cumplía lo firmado en el contexto de las prórrogas del estado de alarma. Esta transferencia tendría que haber llegado el 31 de octubre de 2020.
El traspaso será íntegro, no tendrá fecha de caducidad, y se financiará a través del Concierto Económico, vía Cupo. Esto supone que Euskadi pague esta ayuda social, y que se descuente el 6,24% del Cupo que paga anualmente al Estado. Serán 187 millones.