La pandemia ha supuesto un cambio en las formas de pago. Nos hemos alejado de los billetes y las monedas y nos hemos ido digitalizando. Los gobiernos de la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE) tienen una solución propia para poner en marcha su euro digital.
El BCE pretende con esta acción crear una versión electrónica del euro, que seguiría siendo de curso legal y garantizada por el organismo oficial. La autoridad monetaria ha subrayado que debe cumplir con las necesidades de los europeos, prevenir las actividades ilícitas y evitar un impacto "indeseable" en la estabilidad financiera y monetaria.
La tendencia en los últimos tiempos hacia la digitalización ha incentivado la aparición de algunos métodos de pago digitales como PayPal o Bizum, que permiten transferencias inmediatas entre entidades bancarias, y otras como las criptodivisas, que operan fuera del sistema y permiten transacciones anónimas.
La novedad del euro digital
Cuando pagamos un bien o un servicio podemos hacerlo en dinero 'metálico' o a través de nuestra cuenta corriente, con tarjeta, transferencia o nuevas formas de pago. Sin embargo, y aunque pueda parecer lo contrario, esta segunda opción no sería euro digital porque las cuentas corrientes son controladas por emisores privados, los bancos. Esto supone la creación de dinero digital de primera línea (controlado por el BCE), algo que a día de hoy es inexistente.
Así, el euro digital tendría una mayor confianza debido a que estaría avalado por una entidad con mayor solvencia, un banco central, que el dinero de una cuenta, avalado por una entidad privada mucho más pequeña. De momento, no se sabe muy bien cómo será su funcionamiento ni qué tecnología usará.
El BCE justifica este movimiento como un complemento al dinero físico y facilitar las formas de pago, y también en la necesidad de mantener la primacía del euro como forma de pago y evitar así que los europeos tomasen otras monedas alternativas como las monedas virtuales de Facebook.
Desaparición del dinero físico
Desde el BCE se ha asegurado que el euro digital no vendrá para sustituir a los billetes y monedas pero todo hace pensar que si aumenta la el uso del euro digital, el dinero físico tendería a ser algo residual.
No obstante, su llegada todavía podría tardar 4 o 5 años, ya que se encuentra en un fase de investigación que durará 24 meses.