La Unión Europea ha prorrogado un año más el régimen de sanciones contra personas y entidades implicadas en la proliferación y el uso de armas químicas.
Se trata de la revisión anual de las sanciones adoptadas en 2018 con el objetivo de atajar el uso de armas químicas en Siria y aplicadas posteriormente a otras cuatro personas implicadas en el ataque con un agente tóxico en Salisbury, Reino Unido, contra un exespía ruso.
En total, 15 personas y dos entidades se encuentran en la lista negra de la UE, por lo que tienen prohibida la entrada en bloque y tienen congelados sus bienes y activos en la Unión. Hace ahora un año, los Veintisiete estudiaron si aplicar este régimen de sanciones al caso del opositor ruso Alexei Navalni, envenenado con un agente tóxico en un aeropuerto ruso y que fue tratado durante meses en Alemania.
Finalmente, la UE optó por emplear el régimen de sanciones por violaciones de Derechos Humanos, un instrumento 'ad hoc' que estrenó contra cuatro funcionarios rusos implicados en la condena de Navalni.