La Unión Europea y Nueva Zelanda concluyeron este jueves un acuerdo de libre comercio con el que aspiran aumentar su intercambios en un 30%, según dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
"Hoy estamos concluyendo las negociaciones del tratado de libre comercio", aseguró Von der Leyen en una rueda de prensa ante la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, calificando el acuerdo de "histórico".
El pacto, logrado tras cuatro años de negociaciones, reducirá las barreras comerciales en el intercambio de bienes y servicios, por lo que la UE -que exporta a Nueva Zelanda principalmente productos manufacturados- y el país del Pacífico -que vende sobre todo productos agrícolas al mercado interior europeo- podrán hacerlo a un precio más bajo, cuando Bruselas y Wellington ratifiquen el acuerdo.
El comercio bilateral de bienes entre ambos ascendió a 7.800 millones de euros en 2021 y el de servicios a 3.700 millones en 2020, según las últimas cifras publicadas por el Ejecutivo comunitario.
Bruselas espera que con este acuerdo las exportaciones de la UE a Nueva Zelanda puedan aumentar en hasta 4.500 millones de euros al año, mientas que las inversiones tienen el potencial de crecer, en total, un 80%.
El Ejecutivo comunitario aseguró también que la reducción de los aranceles permitirá a las empresas europeas ahorrar al año 140 millones de euros en impuestos.
Además, mejorará el acceso de las compañías a los contratos de adquisición pública de Nueva Zelanda y les abrirá el mercado de la UE en sectores como los servicios financieros, el de telecomunicaciones y el trasporte marítimo.
La Comisión Europea afirmó también que el acuerdo comercial protege a más de 2.000 productos agrícolas europeos, principalmente vinos, según las fuentes comunitarias
Por lo que respecta a Nueva Zelanda, podrá ver como sus inversiones a la UE también pueden aumentar un 80%.
El país del Pacífico, que exporta sobre todo productos agrícolas podrá vender, por ejemplo, 100.000 toneladas de carne de vacuno al año con un arancel que se irá reduciendo en siete años hasta llegar al 7,5 % o 47.000 toneladas anuales de mantequilla, con un arancel que se reducirá hasta el 5% en el mismo plazo de tiempo.
Von der Leyen dijo que el acuerdo llega "en el momento adecuado" en el que "el mundo necesita ahora claros mensajes de que las democracias ofrecen soluciones a las personas, porque los valores que compartimos están amenazados alrededor del mundo, desde Ucrania a la región del Indo-Pacífico".
"Esta claro que tenemos que distanciarnos de Rusia a través de diferentes sectores económicos, ante todo de los combustibles fósiles, pero también a través de nuevos mercados, nuevas cadenas de suministro", dijo, en la misma línea el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, a un número reducido de medios, entre ellos EFE.
"Es importante que lo hagamos con socios con los que compartimos los mismos valores y en los que podamos confiar", añadió.
Un mensaje similar al que dio Ardern, que aseguró que "este es un día muy importante para nuestras relaciones comerciales y también el momento de reconocer la época extraordinaria y los retos a los que se está enfrentado Europa".
"Nueva Zelanda y Europa estamos unidos en nuestra respuesta a la invasión rusa de Ucrania", aseguró la primera ministra de Nueva Zelanda.
El tratado comercial garantiza "los estándares más elevados" en el intercambio de datos personales entre la UE y Nueva Zelanda y el compromiso de que ambas partes cumplan el Acuerdo de París sobre cambio climático.