Buscar
Navarra

La última Luna llena del verano

Dantzaris de Arizkun bailan bajo la luna, imponente sobre la cruz de Elizondo
Dantzaris de Arizkun bailan bajo la luna, imponente sobre la cruz de Elizondo

Al ser humano, de siempre, le ha fascinado el influjo lunar. Este martes, el plenilunio despide el estío y el miércoles, 22 de septiembre, será otoño

La humanidad siempre ha experimentado poderosa atracción por la Luna, a la que rindió culto en tiempos antiguos, y ha creído, y lo sigue haciendo, en su influencia sobre su vida y actividades, en particular en las relacionadas con los cultivos y los trabajos de la Tierra. Hoy, 21 de septiembre, el plenilunio despide el verano y mañana ya estaremos en otoño.

Una de las más extendidas creencias, igual que en otras sociedades y culturas, es la de que las fases lunares, las de creciente y menguante en particular, influyen de forma decisiva en la vida humana, de los animales y de las plantas, y es aconsejable y conveniente tenerlas en cuenta.

La mengua (en euskera berapen o ilbera) y el crecimiento (ilgora o gorapen) se siguen teniendo muy en cuenta en el medio rural a la hora de las labores agrícolas. Otro tanto quizás con una menor consideración con las fases de novilunio o Luna nueva (ilberria) y de Luna llena (ilbetea o ilargi betea), que se tenían en consideración al poner los huevos a las gallinas y otras aves para su incubación (en Luna nueva) o al hacer hoyos para plantar árboles o vides, conveniente en Luna llena.

Hermana luna Las mujeres se deben cortar el pelo en Luna creciente y los hombres en menguante, igual por ejemplo que las uñas, que deben cortarse en cuarto creciente. Lo mismo ocurre con algunas hortalizas, como el ajo que se debe plantar en creciente (se decía que había que soltar una blasfemia por cada bulbo) porque de hacerlo en fase menguante se salen de la tierra. Los primeros calendarios se basaron en el ciclo lunar, al ser más fácil su observación que la del sol (dicen) y la fama nefasta en los países cristianos de la Luna se debe a que la iglesia, desde los primeros siglos, combatió su culto pagano. La Luna reina sobre la noche, sobre las criaturas sobrenaturales y sobre los actos de magia nocturnos, cuyo éxito favorece según es antigua creencia.

El campo Antiguamente, la gente del campo se basaba en algunos detalles lunares para hacer sus predicciones meteorológicas: "Cerco de luna, a los tres días lluvia", se ha escuchado en el Valle de Baztan al recordado Jesús Mari Ugarte, del caserío Agerrea de Elizondo, quien sorprendía por sus conocimientos empíricos relacionados con la influencia de la luna. Así, explicaba por ejemplo que los leñadores en la tala de árboles, los carpinteros y ebanistas al cortar y tratar la madera, y los constructores y albañiles al echar cimientos a una casa e incluso a la hora de tender las vigas y el tejado, tenían en gran consideración las fases de la Luna, lo que se sigue haciendo tal como confirma por cierto el guarda de montes (y alcalde jurado de Elizondo) Aitor Bazterrika.

"Todos los hombres prudentes tienen cuenta con los menguantes y crecientes de la Luna acerca de la agricultura y en cortar la madera para edificios, porque son muy diferentes los efectos...", recogía un tratado impreso en Pamplona en 1588 que manejó Julio Caro Baroja. La cuestión es que se creía que, en el caso del roble, tendrá el centro del tronco abierto si se corta en creciente y para que su madera sea fuerte y dura se debe cortar en menguante. Y los palos de alubias que antes se hacían de boj o aliso (ahora, algunos ponen redes montadas en guías metálicas o de plástico) se debían cortar en creciente por ser más frágiles y quebradizos en menguante, y se sabía que eran más adecuadas unas fases u otras para el corte o la plantación de determinados árboles según su tipo de hoja, dentada o redonda, etcétera.

Influencia Sabida es, por otra parte la influencia de la Luna sobre las mareas, pleamar o marea alta y bajamar o marea baja, ciclo en el que también colabora el hermano Sol, y al efecto se recuerda que dos de las importantes inundaciones nocturnas de Elizondo se produjeron el 20 de diciembre de 1980 y justo un mes después, el 21 de enero de 1981, y se dieron ambas con Luna llena. Y también la imagen que llamó la atención de aquella anciana indignada que desde su ventana levantaba el puño y maldecía a la grande Luna por su influencia culpable. Y bueno, que el caso es que esta es la última Luna llena del verano, pero habrá más en adelante. Y eso.

Etiquetas
2021-09-22T06:58:02+02:00
En directo
Onda Vasca En Directo