Polideportivo

La última semana de Íñigo Ardanaz en Zizur

Iñigo Ardanaz, entrenador del Ardoi.

Siempre será recordado en El Pinar como el técnico que hizo historia al subir al Ardoi por primera vez en sus 35 años de vida a Segunda RFEF. Pero en el fútbol los ciclos tienen su comienzo y su final, y el de Íñigo Ardanaz terminará este fin de semana, después del partido del club zizurtarra en casa ante el Arenas de Getxo, tres temporadas después de su llegada al club procedente de Oberena.

El técnico, que recurre a la primera persona del plural para enmarcar a todo su cuerpo técnico que le ha acompañado en esta andadura de ocho temporadas (cinco en Oberena, y estas tres últimas en el Ardoi), reconoce que va a vivir una semana "especial para nosotros, porque termino una etapa que ha sido preciosa, irrepetible, pero sí que es verdad que con muchas casuísticas. La primera temporada se interrumpió por la pandemia, algo inaudito, y empezando por ahí han sido tres años, cada uno lo hemos vivido de manera diferente".

Ardanaz ha tenido la oportunidad de vivir una temporada la Segunda RFEF, antigua Segunda División B, una categoría que no pudo disfrutar con Oberena, a quien clasificó para disputar una fase de ascenso de la que resultó eliminado. "Creo que la experiencia deportiva es súper positiva para todos. A nivel del club el Ardoi ha dado un paso adelante con este paso con la Segunda RFEF, para los jugadores también porque prácticamente ninguno conocía la categoría, y para el cuerpo técnico también, porque nos hemos visto exigidos a un nivel que ninguno se había podido dedicar. La experiencia deportiva es súper positiva y ninguno de los tres estamentos nos podíamos imaginar que la podríamos haber vivido cuando llegamos a Zizur", valora el preparador.

El técnico, a pesar de todo, tiene autocrítica para reconocer que "no podemos estar contentos con el descenso, porque cuando comienzas una competición siempre quieres llegar al objetivo, aunque sabíamos que iba a ser complicado. No hemos conseguido la permanencia, pero creo que todos estamos satisfechos de la imagen que hemos dado en cada uno de los partidos de la temporada. Es un poquito agridulce, porque nos ha costado aclimatarnos a la categoría, pero en cada una de las jornadas hemos estado cerca de competir por cada uno de los puntos que estaban en juego. Luego los detalles han marcado el futuro del equipo, no hemos sabido decantar los resultados de nuestro lado, pero esto es fútbol, es deporte, y normalmente gana uno cuando dos se enfrentan. Pese a que no hemos conseguido ese objetivo, hemos conseguido otros como el crecimiento del club, de la plantilla, y el nuestro como cuerpo técnico".

Aun así, el preparador, que insiste en calificar de manera positiva estos tres años, y hace balance de una etapa que tilda de "tres años maravillosos, una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida y no sólo deportiva, porque he conocido gente en Zizur, como la junta directiva, dirección deportiva y mis jugadores, que han sido un vínculo tremendo. Poquitas cosas o ninguna cambiaría de nuestro paso por Zizur, pero sí que es verdad que han sido tres temporadas muy intensas en las que siempre hemos estado hasta el último momento súper exigidos y eso conlleva un desgaste. Hemos tenido muchísimo trabajo para conseguir los objetivos que nos marcamos cuando llegamos al Ardoi y hay que tener en cuenta que la mayoría del cuerpo técnico llevamos ocho temporadas seguidas y no hemos tenido ninguna tranquila. Estuvimos cinco temporadas en Oberena, y estos tres años en Zizur han sido una continuación de eso. Consideramos que ha sido un periodo de tres años en el que las tres partes hemos estado súper a gusto y muy satisfechas con el trabajo y pese al descenso deportivo todos terminamos esta etapa con una sonrisa y unas palabras hacia los demás y eso me parece súper importante".

Ardanaz considera que, llegados a este punto, es momento de "descansar y coger fuerzas, respirar un poco y hacer cosas diferentes porque nosotros no nos dedicamos a ser entrenadores de manera profesional, tenemos nuestro trabajo a parte y hay que dedicar tiempo a la familia y a los amigos porque son los penalizados cuando nos metemos en estas aventuras. Y viene bien dedicar tiempo a esas personas que te ayudan a extraerte a esa dinámica de fútbol a la que dedicamos tantas horas. Es momento de coger aire y parar un momento y reflexionar".

"Yo cuantifico el trabajo mío en unas 25 horas a la semana, teniendo en cuenta todo, y este año se ha incrementado porque cuando nos toca viajar fuera de casa es prácticamente perder el día. Son muchísimas horas añadidas a tu profesión principal, y eso que estoy muy bien rodeado, pero entendemos que sea así y no conocemos otra manera de trabajar en un club de este nivel y eso conlleva hipotecar, no sólo el fin de semana, sino el 90% de tu vida a estas dos obligaciones y hay que ver lo que supone en cuanto a desgaste psicológico, mental y físico también. Nosotros somos un cuerpo técnico que nos gusta estar pendientes de los jugadores, de que todo les vaya bien. Me gusta estar un poco al día de cómo está la plantilla", añade el protagonista.

Fuentes del club consultadas en el día de ayer admitieron pasar por un momento triste por la marcha del entrenador, a lo que el propio Ardanaz se sincera al pronunciar que para él "también es triste, me da mucha pena dejar Zizur, porque ha sido una experiencia irrepetible. A nivel humano ha sido un trato exquisito con todas las partes. Íbamos sin conocer nada y nos hemos encontrado con gente maravillosa que nos ha tratado increíble y es algo que me acordaré toda la vida, no lo voy a olvidar fácilmente".

"El Ardoi siempre ha sido un rival para mí, pero les voy a animar a partir de ahora. Aunque no vivo en Zizur, voy a ser un zizurtarra más", finaliza el técnico, que tendrá la oportunidad de despedirse de la que ha sido su afición estos tres años con el duelo en El Pinar, y a quienes tratará de brindarles una victoria en su último servicio al Ardoi.

josé mari gastón

Presidente del Ardoi

"Es mucho más que un entrenador"

A José Mari Gastón, presidente del Ardoi, no le pilló por sorpresa la decisión de su técnico, pero no esperaba que la intuición que tenía se fuera a cumplir. "Tengo mucha comunicación con Íñigo, hablamos bastante, y podía intuir que necesitaba un pequeño descanso. No me pilló de sorpresa, fue una confirmación que no quería que se produjese, pero que al final se ha producido", comenta.

El máximo dirigente de la entidad también valora como positivo el paso de Íñigo Ardanaz por El Pinar, aunque reconoce que la etapa empezó "salvándonos por la pandemia", porque "estábamos en una posición complicada. El segundo año nos metimos en la fase de ascenso y ascendimos en Lekunberri contra todo pronóstico y este año nos ha tocado disfrutar de la Segunda RFEF, pero sufriendo mucho, porque al final la temporada se te hace larga, el primer triunfo en El Pinar tarda en llegar, y con el descenso nos ha tocado vivir la otra cara del deporte. Pero lo hemos vivido con mucha normalidad y lo hemos tomado siempre como un reto muy bonito, muy ilusionante y que era muy complicado. Y así ha sido. Lo hemos vivido con realismo y así lo hemos vivido. Ni nos hemos vuelto locos incorporando gente, ni cambiando de entrenador porque Íñigo era nuestro hombre desde el principio hasta el final de la temporada".

Más allá de un entrenador, a José Mari Gastón le sorprendió de manera positiva la persona. "Cuando conocí a Íñigo no sabía nada de él porque lo todo lo relacionado con lo deportivo lo dejo en manos de la dirección deportiva, con Félix Gárriz y su gente. Me presentaron el proyecto que empezábamos como junta deportiva y definimos el perfil de entrenador que queríamos: un chico joven, con método nuevo y ambición. Un chico de El Pinar, que definía yo. Un hombre que conociera las categorías inferiores e Íñigo ha superado todas las expectativas. Me pareció desde el primer día un hombre de fútbol, una persona extraordinaria, que nos ha dado al club muchísimas cosas y valores. Ha sido una persona que no ha tenido un problema durante todo el año, ha sido muy respetuoso con todo el mundo. Más allá de un entrenador, había una persona muy involucrada en el día a día", menciona.

Junto con Ardanaz, Gastón ha llevado el club a cotas inimaginables, escribiendo ambos parte de la historia de los 35 años del club. Parte, porque el directivo se acuerda de todo aquel entrenador y directivo que ha pasado por Zizur. "Hemos recogido los frutos de los entrenadores y junta directiva que han pasado antes que nosotros, pero Íñigo ha mejorado mucho la parte deportiva", concluye. l

"Han sido tres años maravillosos, una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida"

 

"Es momento de descansar y coger fuerzas, de respirar un poco y hacer cosas diferentes"

íñigo ardanaz

Entrenador del Ardoi

11/05/2022