El Instituto de Salud Pública sostiene que la temporada de virus respiratorios 2022-2023 en Navarra “ha sido todavía atípica en algunos aspectos” y se caracterizó por “una circulación baja” de estos virus, “aunque muy prolongada en el tiempo”.
Así, según explica, la incidencia de síndromes gripales empezó en octubre con niveles mayores a los habituales, manteniéndose en niveles bajos durante toda la temporada, sin ocasionar una onda epidémica estacional típica. En cuanto a la covid-19, los casos “se mantuvieron también en niveles bajos durante toda la temporada, similares o inferiores a los síndromes gripales. Solo en las primeras semanas de julio se produjo un pico que alcanzó niveles moderados de incidencia y remitió en las semanas siguientes”, un repunte que “pudo estar relacionado con el aumento de la interacción social durante los Sanfermines”, señala el informe. El virus respiratorio sincitial (VRS), por su parte, produjo una onda similar a otros años, pero fue más temprana.
Además, de octubre de 2022 al 13 de agosto de 2023 se registraron 669 ingresos hospitalarios por covid-19, 564 por gripe y 664 por virus respiratorio sincitial.
Unas 150 muertes menos
Respecto a la mortalidad general, que es un buen indicador para evaluar las consecuencias más graves sobre la salud de las ondas estacionales de virus respiratorios, el informe destaca que el impacto en la mortalidad general ha sido menor que el promedio de otras temporadas. Concretamente, se han contabilizado “unas 150 muertes menos que la mediana de los cinco años previos”.
Finalmente, el boletín constata que “la vacunación de la gripe y la covid-19 mostraron una efectividad moderada y fueron las principales medidas para prevenir las formas graves en las personas vulnerables”. No obstante, en las personas con respuesta inmune disminuida, por edad o patología crónica, Salud Pública recomienda completar la vacunación con otras medidas preventivas, como evitar el contacto con casos, lavado frecuente de manos y uso de mascarilla.