Los líderes de 13 partidos extrema derecha de diversos países europeos se dieron cita este sábado en Varsovia en una reunión promovida por el polaco Partido de la Ley y la Justicia (PiS) para sincronizar agendas.
Entre los asistentes al encuentro, en el que ejercieron de anfitriones el líder del PiS,Jaroslaw Kaczynski, y el primer ministro polaco, Mateusz Morawecki, figuraron el primer ministro húngaro, Viktor Orban, la líder del partido francés Agrupación Nacional, Marine Le Pen,y el presidente del español Vox, Santiago Abascal, entre otros.
Precisamente, Abascal ha anunciado en su cuenta de Twitter que la próxima cumbre de la ultraderecha europea se celebrará en el Estado español en enero, después de que haya sido aceptada su invitación al respecto.
"Vuelvo a España tras la exitosa cumbre en Varsovia junto a los primeros ministros de Polonia y Hungría y otros dirigentes patriotas y conservadores europeos. Los líderes reunidos han aceptado mi invitación para celebrar la próxima cumbre en España en enero", ha escrito en su cuenta de esta red social.
primeros ministros de Polonia y Hungría, Mateusz Morawiecki y Víktor OrbánVox ha señalado que se ha adquirido el compromiso de todos los participantes de estrechar la colaboración para poner fin a la "inquietante idea" de crear una Europa "gobernada por las élites globalistas".
En este encuentro, se ha firmado una declaración conjunta en el que se insiste en que solo las "instituciones soberanas de los Estados tienen plena legitimidad democrática". "Las instituciones europeas no gozan de la misma legitimidad y, por tanto, deberían desempeñar un papel subordinado en la arquitectura política al Estado nacional", han indicado.
El texto, que además de ser apoyado por el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, también ha sido firmado por la líder de la Agrupación Nacional francesa, Marine Le Pen, ha apuntado que las instituciones comunitarias "deberían estar subordinadas" a los estados miembros de la Unión Europea, "y no al revés como pretenden las autoproclamadas élites de Bruselas".
En este contexto, han criticado que la UE se convierta en "una herramienta de ingeniería social destinada a crear una 'nación europea'", un concepto, según han denunciado, que "nunca ha existido, no existe hoy, ni puede existir en el futuro".
Al hilo, el encuentro ha terminado con un debate para generar una "cooperación más estrecha" de estos partidos políticos en el Parlamento europeo, con una organización de "reuniones conjuntas y alinear el voto sobre cuestiones comunes", como la protección se la soberanía nacional o la inmigración ilegal.
VISITA DE ABASCAL
"apoyo" ante "la invasión migratoriaEste encuentro se suma al que mantuvo el pasado mes de mayo también en Varsovia con su primer ministro, Mateusz Morawiecki, donde abordaron el futuro de Europa, el fortalecimiento de la "defensa de las naciones soberanas", el control migratorio y las políticas de natalidad.
El líder de Vox siempre ha señalado a Polonia y Hungría como dos aliados de su partido y hace tan solo dos semanas ya viajó también a Budapest para reunirse con el primer ministro del país, Viktor Orban, con quien constató su "absoluta sintonía" y compartieron la necesidad de proteger las fronteras.
Por otra parte, al término de la reunión celebrada este sábado, el presidente del grupo de Vox en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, ha declarado que el encuentro fue fructífero y sirvió para fijar "líneas de permanente colaboración entre los diferentes partidos representados", tanto en el ámbito de la Eurocámara como fuera de ella.
Buxadé destacó además la importancia de Vox en esta alianza de partidos de extrema derecha puesto que la próxima "cumbre", según anunció, se celebrará en el Estado español en enero de 2022.
El objetivo de los 13 partidos es oponerse a la Europa "liderada por Alemania, Macron y Ursula Von Der Leyen," dijo, haciendo referencia al presidente francés y a la presidenta de la Comisión Europea.
Antes del encuentro, medios polacos e internacionales habían barajado que el resultado fuera la creación de un nuevo grupo parlamentario europeo de extrema derecha, una posibilidad que sin embargo no llegó a concretarse.
"Es una alianza táctica para darse publicidad y fortalecer las posiciones individuales de los partidos," analizó el politólogo polaco Wojciech Przybylski, que pronosticó que la reunión " no va a significar demasiado hasta las próximas elecciones al Parlamento Europeo".
En el exterior del edificio que albergaba a los líderes derechistas, unos pocos congregados se manifestaron contra los asistentes y los acusaron de ser "agentes" del presidente ruso, Vladimir Putin.