La Unidad del Ejército de Corea del Sur a cargo de la seguridad del perímetro de la residencia presidencial concedió este martes permiso a otras autoridades para que accedan a este recinto y ejecuten la nueva orden de detención del presidente Yoon Suk Yeol, lo que se espera que facilite esta operación.
La Brigada de Seguridad número 55 del Comando de Defensa Capital del Ejército respondió hoy de forma afirmativa a la solicitud oficial para obtener acceso a la residencia de Yoon enviada por el ente que investiga al presidente por un supuesto delito de insurrección relacionado con su declaración de la ley marcial el mes pasado.
De este modo, los investigadores de la Fiscalía del Estado, la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO), el Ministerio de Defensa y el Servicio Nacional de Inteligencia podrán acceder a la residencia oficial de Yoon para ejecutar la nueva orden de arresto que pesa sobre el mandatario.
El primer intento para ejecutar la orden de detención fracasó el pasado día 3, después de que el servicio de seguridad presidencial (PSS) impidiera a funcionarios de la oficina anticorrupción y a decenas de agentes de policía el acceso a la residencia del mandatario en un tenso encaramiento que duró varias horas, antes de cancelarse el operativo.
En ese primer intento fallido, la antes citada unidad militar fue movilizada como primera línea de defensa de la residencia bajo el mando del PSS, de la que depende la brigada, por lo que se espera que su disposición a permitir la entrada de investigadores facilite esta vez el operativo.
El servicio de seguridad presidencial, no obstante, apuntó este martes a que podría intentar bloquear el nuevo intento de detención, y afirmó que la entrada forzada en la residencia sin autorización previa "es ilegal".
El PSS se pronunció así tras mantener un encuentro con representantes de las agencias gubernamentales implicadas en coordinar la aplicación de la nueva orden de arresto.
El servicio de seguridad presidencial accedió a participar en la reunión tras recibir una misiva de la Policía en la víspera, pidiendo su colaboración en el asunto y advirtiendo de consecuencias legales ante cualquier obstrucción.
Las autoridades surcoreanas preparan un nuevo dispositivo para tratar de arrestar al presidente, en el que podrían participar hasta 1.000 efectivos y que podría llevarse a cabo tan pronto como este miércoles, después de que un tribunal de Seúl extendiera la orden de detención la semana pasada.
Se cree que Yoon permanece escondido en su residencia desde que la Asamblea Nacional lo destituyera el 14 de diciembre.
Tras el primer intento de detención fallido, el PSS reforzó el recinto con alambre de espino, barricadas o alineando autobuses para dificultar el paso, por lo que se especula a su vez con el tipo de activos, desde helicópteros a vehículos acorazados, que la policía podría llegar a desplegar en una segunda operación.
El refuerzo ha suscitado preocupación por el potencial enfrentamiento físico entre las fuerzas del orden, el PSS y los miles de manifestantes a favor y en contra del presidente que llevan semanas reuniéndose frente al lugar.
En este sentido, el PSS aseguró que ha mantenido suficientes consultas con los cuerpos de seguridad del país para evitar choques físicos y se comprometió a prevenir cualquier enfrentamiento de este tipo durante una potencial ejecución de la orden.