Stéphane Séjourne tiene una extensa y potente carrera política e institucional. A sus 39 años, ha sido ministro de Economía en el Gobierno de la República de Francia y también de Asuntos Exteriores. Jugó un papel esencial en la fundación del movimiento La République en Marche y tuvo un rol destacado en la exitosa campaña presidencial de Emmanuel Macron, actual inquilino en el Elíseo. Desde hace unos meses es vicepresidente ejecutivo de prosperidad y estrategia industrial, esto es, comisario europeo de Industria.
Ha sido premiado por su decidida apuesta por una Europa unida y fuerte. Ahora mismo, no parece que Europa atraviesa por su mejor momento, parece menos unida y menos fuerte que nunca.
Europa se encuentra en un momento clave, debe acelerar o se estancará. La buena noticia es que sabemos exactamente cuáles son los problemas y tenemos las soluciones. En mis primeras semanas como Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión, visité cinco Estados miembros y en todas partes vi los mismos problemas: precios de la energía demasiado altos, competencia extranjera desleal, falta de demanda, etc.
¿Y cómo se va a responder?
La respuesta que estamos preparando para la Comisión es estratégica. Empezamos concentrando nuestros esfuerzos en algunos sectores clave, para luego ampliarnos y desencadenar los efectos positivos en el conjunto de la economía. Por eso pronto presentaremos planes de rescate específicos que se utilizarán después para liberar energía y crecimiento en todas las cadenas de valor que alimentan nuestra economía real.
¿Ahora mismo la extrema derecha y los populismos son las principales amenazas para el espíritu europeo y la democracia en Europa?
Europa se construyó contra el extremismo –tanto de derechas como de izquierdas– y los populistas. Esta es la esencia de su historia. Lo nuevo hoy no es tanto la presencia de populistas que desafían nuestro modelo. Lo nuevo es que las herramientas digitales están difuminando las voces de estas personas hasta tal punto que son casi las únicas que oímos. El espacio digital se ha fragmentado en una serie de pequeños espacios privados de conversación. Si estás en un grupo, ya no ves a los demás. Acabas convencido de que el mundo es la imagen de lo que ves y oyes en tu pequeño círculo online. Contra eso hay que hacer algo. Todos sabemos que las redes sociales son la principal fuente de información para una mayoría de europeos. Es vital que esta fuente sea plural y vibrante.
¿Además de estos que otros desafíos principales tiene Europa en los próximos años?
El principal reto de Europa es reindustrializarse. No hay mejor baluarte contra el populismo que la prosperidad. Y la única manera de alcanzar la prosperidad europea es reindustrializar Europa. Reindustrializar significa volver a producir en Europa. Significa más productos made in Europe en nuestros supermercados. Y eso es exactamente en lo que estamos trabajando día y noche.
¿Aboga usted por el concepto de la diversidad europea que incluye realidades como la vasca?
La Unión Europea es la unión de diferencias y singularidades. Esa es la magia del proyecto europeo. Algunos dirán que es imposible, pero yo estoy convencido de que lo es. Lo que mantiene unida a Europa, lo que alimenta el sentimiento europeo, es precisamente esa capacidad de sentirnos parte de dos grupos: uno, que nos une y nos protege dentro de los 27, y otro, que refleja nuestras identidades regionales, locales. Lo vemos claramente con Schengen. Es un poco como un pasaporte continental que nos lleva hacia las realidades e identidades regionales.
Corren tiempos de incertidumbre económica en Europa. ¿Cómo va a afrontar esa situación la industria europea?
Europa tiene un plan. Dentro de unos días presentaremos la doctrina económica de la Unión Europea, la brújula de la competitividad. Es la respuesta oficial de Europa a los distintos informes, en particular al informe Draghi. Vamos a lanzar una campaña de simplificación, menos trámites, menos papeleo. También lanzaremos un plan para convertir a Europa en el continente líder de las industrias limpias. Asimismo, una serie de planes de emergencia para los sectores más vulnerables: automoción, siderurgia, energía y química. Y reduciremos nuestra dependencia, sobre todo de las materias primas.
¿Tiene ya pensado su discurso para la recepción del premio Sabino Arana este domingo?
Quiero rendir homenaje al compromiso de la Fundación Sabino Arana con los valores sobre los que se construyó el modelo europeo: paz, igualdad, convivencia. Vivimos en un mundo polarizado por la existencia de modelos ideológicos muy diferentes, a veces opuestos. En este contexto, es vital que Europa reivindique más que nunca su modelo.