La unión intacta de Kepa Junkera con las raíces que le vieron crecer

Hay un grupo de danzas que dio sus primeros pasos en el barro. Se trata del Beti Jai Alai, la entidad de Basurto, a la que Kepa Junkera ha estado ligado desde sus inicios. “Participó en este grupo y siempre ha estado dispuesto a colaborar con él”, reseña José Mari Oyarzabal, presidente de Bizkaiko Dantzarien Biltzarra, sobre el músico que el próximo viernes 25 de noviembre recibirá uno de los galardones en la sexta edición de los Dantza Tradizionalaren Esker Onak. 

“Salió del Beti Jai Alai y después tuvo un gran recorrido internacional pero nunca dijo no a sus raíces”, recuerda Oyarzabal quien pone en valor que participara “en el 40 aniversario del grupo, en el 50, en el homenaje que se le hizo a Jon Pertika cuando falleció...”. Ha estado presente en los buenos y en los malos tiempos del grupo que le vio crecer.

Nacido en Rekalde, pronto comenzó a vivir las romerías de la mano de su familia. Su abuelo participaba en ellas acompañando con la pandereta a su hija, la madre de Kepa, y en esos festejos se empezó a crear la semilla de la pasión de Kepa Junkera por la música tradicional vasca. Si hay una imagen que es indivisible esa es la del músico y su trikitixa. Se formó de manera autodidacta y músico posteriores a él le consideran un “maestro”. “Enseñó la trikitixa en todo el mundo y nosotros hemos seguido ese camino labrado y tocamos en el mundo gracias a él”, reconoció Agus Barandiaran, líder de Korrontzi, en una entrevista en este periódico a Andrés Portero.

La música de Kepa Junkera ha sido fundamental para mantener el folklore tradicional vasco. DEIA

En sus más de tres décadas de carrera profesional, ha tenido numerosos reconocimientos, quizá uno de los que más le acercó al público vizcaino fue cuando le eligieron como pregonero en Aste Nagusia en 2007. Además, nunca pensó que llegaría a ser un referente para otras personas. “Estoy muy contento con lo que he conseguido. Para mí, al principio, esto era un juego. Nunca había imaginado que estaría aquí”, aseguró durante la producción del disco Herria, que cerraba el ciclo de una trilogía que completa Etxea y Kalea.

Kepa Junkera fue pregonero de Aste Nagusia en 2007. OSKAR MARTINEZ

Una treintena de trabajos conforman su discografía que comenzó con Infernuko auspoa y se cerró con Ath-Thurdá en 2018, año en el que cambió radicalmente su vida.

Un ictus en Gante cuando se encontraba preparando una actuación paró en seco su trayectoria. El largo proceso de rehabilitación se ha visto reflejado en el documental Berpiztu, que se estrenó recientemente. “Han sido años par recuperar la movilidad de su cuerpo, para aprender a hablar, mover las manos, comer, seguir viviendo. Porque Kepa sigue viviendo, sigue creando, emocionándose con el arte, con la música, con la poesía, con la pintura, con la fotografía. Este documental es el relato de esa emoción”, expuso Fermín Aio, director de este trabajo, cuando se dio a conocer que se estrenaría. Y para reconocer toda su vida profesional, el día 25 recibirá un nuevo homenaje.