Una investigación internacional, en la que ha participado el científico de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) asociado al Donostia International Physics Center (DIPC), Tom Broadhurst, permitirá a los expertos “entender” mejor el origen de los elementos del universo, gracias al estudio de las imágenes de una supernova captadas en el espacio distante.
Según informaron ayer estas instituciones en una nota de prensa, la investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista Nature, se ha centrado en tres imágenes de esta supernova tomadas por el telescopio espacial Hubble, gracias al “poder magnificador” de una galaxia ubicada en primer plano.
Una supernova es una explosión estelar que se produce al final de la vida de algunas estrellas muy masivas. Un “violento epílogo” en el que la estrella “expulsa el material de sus capas exteriores por medio de una onda de choque, lo que permite ver los diferentes elementos de los que estaba compuesta”, detalló el comunicado.
En el caso de las tres fotografías empleadas ahora en la investigación, se da la circunstancia de que cada una tiene un color diferente, lo que llevó al equipo científico a determinar que la luz de la supernova había recorrido “tres caminos diferentes” en “unos pocos días” en los que el gas de la explosión se habría expandido y enfriado y explicaría la citada diferencia cromática.
“A mayor temperatura, la luz emitida es más azul, y a medida que la temperatura va disminuyendo, la luz va tendiendo al rojo”, de manera que “la imagen azul corresponde a una fotografía de la supernova unas pocas horas después de la explosión estelar, mientras que la verde y la roja corresponden a dos y ochos días tras la explosión, respectivamente”.
Una información que permitió a los investigadores determinar el tamaño de la estrella: “Una supergigante roja con un radio equiparable a 500 veces el del sol, que explotó hace 11.500 millones de años, mucho antes de que naciera la Tierra, concretamente en el momento que se considera se formó nuestra galaxia”.
“El estudio de las explosiones de estas estrellas supergigantes rojas –añade el comunicado– encaja con la idea actual de cómo los elementos atómicos más pesados fueron creados dentro de las estrellas y durante las explosiones de supernovas”.
“Los elementos forjados en el interior de las estrellas son liberados en estas explosiones, para convertirse en la siguiente generación de gas y material a partir del cual se crean los sistemas solares y la vida tal y como la conocemos”, aclara el texto.
“Sin estas explosiones, el gas en las galaxias actuales solo incluiría el hidrógeno y el helio que se formaron en el Big Bang y no soportaría la vida compleja que requiere de otros elementos químicos más pesados”, concluyó la nota.