En un tranquilo pero constante goteo, los primeros alaveses menores de 30 años no pertenecientes a colectivos esenciales recibieron ayer en el frontón de Lakua la primera dosis de la vacuna contra el covid-19.
Abrieron esta fase crucial de la campaña por la crítica situación de la pandemia en las calles alrededor de 1.000 jóvenes, en su inmensa mayoría veinteañeros. Uno de los grupos con los que el coronavirus y su contagiosa variante delta más se está cebando durante este verano. De ahí que, entre los más madrugadores en el vacunódromo de Vitoria, fuesen habituales las palabras de alegría y alivio.