Los constantes llamamientos a la vacunación de las autoridades sanitarias, el envío masivo de comunicaciones a los grupos pendientes de inmunizar y el retorno a casa de miles de gasteiztarras parecen haber dado sus frutos.
El frontón de Lakua, único vacunódromo de Álava, va a vivir una semana especialmente intensa en lo que a la inoculación de dosis se refiere tras los parones vividos este verano. En primera instancia por la falta de viales y, últimamente, por el gran número de casos de coronavirus entre la población sin vacunar y el éxodo vacacional.