La escasez de viales abocó durante el pasado fin de semana al cierre temporal de algunos grandes centros de vacunación vascos como los vizcaínos del BEC y La Casilla.
No fue este el caso del vacunódromo gasteiztarra de Lakua, donde la administración de dosis no ha cesado durante estos pasados días de no fiestas, aunque a un ritmo, eso sí, bastante inferior al que la OSI Araba ha sido capaz de imprimir a la campaña en los momentos de mayor disponibilidad de inyectables.