Cultura

La vizcaina Marta Uriona habla de su paso por 'La Voz': "Malú es supernatural, siempre está vacilando"

La cantante de Bilbao entra en el equipo de Malú tras una impresionante interpretación de "I’d Rather Go Blind" en la edición 2024 del talent show de La Voz
La artista Marta Uriona. / Cedida

Simpática, extrovertida y alegre, la cantante Marta Uriona (Bilbao, 28 años) ha visto como en muy poco tiempo, apenas seis meses, su carrera musical ha despegado. La concursante vasca de la edición 2024 de La Voz, el talent show de Antena 3, ha logrado entrar en el equipo de Malú casi en el último suspiro y después de una arrebatadora interpretación de la canción I’d Rather Go Blind de Etta James.

¿Ha dejado su trabajo de psicóloga deportiva en el Athletic por su carrera musical? ¡Los athleticzales no se lo perdonarán! 

-En realidad, se han alineado todos los astros. Ha sido muy duro irme del club porque mi trabajo es muy personal y pasaba muchísimas horas en los entrenamientos, las sesiones deportivas y partidos en la categoría infantil del Athletic. A principios de año se rescindió mi contrato y de repente te das cuenta de que ya no estás ahí metida. Así que decidí lanzarme al abismo de la música. 

¿Y qué hizo después? 

-Me puse las pilas y empecé a cantar en todo tipo de eventos. Me apunté a La Voz como quien no quiere la cosa; yo no tenía ninguna expectativa de que me fueran a seleccionar. En abril me llamaron para hacer el casting y me llevé toda una sorpresa. Es la primera vez que me pasa algo así y que termino por creerme lo que me dice la gente sobre mi voz. Al contrario que muchos compañeros del programa, yo no llevo cantando desde que tengo cinco años. Es a los 19 años cuando mi madre descubre que canto y me apunta a clases, empiezo a formarme, etc. He tenido que vivir en muy poco tiempo lo que otros músicos llevan haciendo toda la vida. Siempre me ha dado mucha vergüenza y he tenido miedo de cantar ante los demás.

¿Por qué hasta que tiene 19 años no empezó a mostrar sus dotes musicales? ¿Cantaba a escondidas? 

-Mi hermano era el único que sabía que cantaba, pero le pasaba lo mismo que a mí: no pensaba que fuera nada especial o extraordinario. Un día, en casa, creía que estaba sola y me puse a cantar. Resulta que mi madre estaba en el baño, salió y preguntó: “¿Quién está cantando?”. Le dije que era yo, y se puso a llorar. Me dijo que estaba alucinando, que no tenía ni idea de que yo supiera cantar. Cuando canté delante de mis amigas por primera vez también lloraron de la emoción.

¿Qué cree que puede aportar al mundillo musical? ¿Pasión? ¿Autenticidad? 

-La primera vez que canté en público se me acercó una chica que no conocía de nada. Me seguía por las redes sociales. Al parecer, tenía depresión y me contó que con mis canciones se sentía mejor. Así que a través de la música también podía mejorar la calidad de vida de la gente. Me di cuenta de que hay algo especial que se puede producir con el canto. Quizás eso es lo que me caracteriza, o con lo que me quiero quedar: transmito una energía que le puede llegar a la gente. En aquel concierto lo pasé fatal, pero cuando hablé con esa chica todo cobró sentido.

Se atrevió a interpretar I’d rather go blind, de Etta James, en las audiciones a ciegas. Eso es apuntar muy alto. 

-Sí. Precisamente hablaba de eso con mis compañeros. Es una canción arriesgada porque tiene unos agudos y giros que la hacen complicada, pero llevo mucho tiempo cantándola. Creo que encaja muy bien con mi registro vocal, tiene agudos pero también graves, y entre los coaches y yo decidimos seguir adelante. Además, me gusta mucho el jazz y el soul.

Su voz potente y clara es perfecta para la música soul. ¿Se ve interpretando canciones tipo Aretha Franklin, Tina Turner o Amy Winehouse?

-Sí, me veo totalmente. Es el tipo de música con la que me siento más cómoda cantando y más me identifico. Pero al mismo tiempo, estoy intentando no encasillarme y no quiero que se me asocie solo a un género concreto. Quiero salir de, digamos, mi zona de confort y tratar de inspirarme en otras músicas y estilos que también me gusten, cantando en castellano e incluso en euskera, aunque no hable el idioma. La cultura vasca es superrica y de ahí también puedo inspirarme y sacar cosas interesantes. Es como Rosalía, que partiendo del flamenco ha hecho una fusión con la inclusión de otros géneros más modernos. En el arte se trata de ir probando cosas nuevas y mezclarlas para ver qué sale. 

Malú prácticamente esperó hasta el último segundo para girar su silla y que la eligiera en su equipo. ¿Recuerda con tensión y nervios ese momento o estaba concentrada en la interpretación?

-Casi todo el rato estuve cantando con los ojos cerrados, concentrada y ensimismada. Y pensé: “Disfruta, Marta”. No paraba de decirme eso en la cabeza. Disfruta porque es un momento que no se va a repetir, es tu única oportunidad. Canta como si mañana no volvieras a hacerlo. 10 segundos antes me di cuenta de que no se habían dado la vuelta y decidí seguir cantando, tratando de no venirme abajo y dándolo todo.

¿Por qué cree que Malú tardó tanto en girarse? 

-Me dijo que no era por nada que tenía que ver conmigo, sino que se trataba de una especie de estrategia que utilizaba en el concurso.

¿Qué es lo que más le gusta de ella? ¿Cómo la podría definir en una frase?

-Cuando ves a gente por televisión, la terminas endiosando muchas veces. Te preguntas cómo serán esas personas y cómo se comportarán, si serán unas divas… En su caso para nada es así. Es alguien supernatural y cercano, que hace muchas bromas y que vacila siempre de muy buen rollo. 

¿Cuál es el consejo más valioso que le ha dado?

-En el momento de las pruebas me puse un poco nerviosa porque no me oía bien. Además, era la primera vez que cantaba en un escenario así. Se lo hice saber, y me dijo: “Por todo esto que te está pasando, si encima lo haces bien dice mucho de ti como profesional”. Me venía a decir que el saber seguir adelante es ya un reto en sí mismo.

¿La Voz qué ha sido para usted? ¿Un trampolín? 

-Claramente, ha sido una antes y un después. Aprendes muchísimo a nivel profesional y personal. Te enfrentas a una audiencia de millones de personas y te expones mucho. Lo he notado en mis redes sociales, donde ahora me siguen más personas, e incluso a algún evento al que he ido a cantar se me ha acercado gente para comentármelo. 

En su Instagram escribió que se quedaba en Madrid. ¿Era una forma de hablar o piensa desarrollar ahí su carrera musical? 

-Era una frase hecha y a la vez una declaración de intenciones. Es un objetivo que me he marcado a corto o medio plazo, ya que, aunque en Bilbao cada vez hay más oportunidades, Madrid es el centro neurálgico del mundillo artístico. Me gusta mucho Madrid y para alguien como yo es una ciudad perfecta. Soy como una guindilla; me encanta socializar y hacer eventos.

Como Lady Gaga: música y cine 

La vocación musical nació por un golpe de casualidad a los 19 años, así que Marta Uriona soñaba de pequeña con ser actriz…, y médica. “En realidad esos eran los sueños de mi vida”, se sincera. En la universidad hizo sus pinitos en teatro y también se ha formado en distintos cursos de interpretación en Madrid. “Aunque me he lanzado con la música, como soy una hormiguita también he hecho algún corto, una serie documental y he trabajado como actriz de reparto. Disfruto muchísimo actuando”, reconoce. 

En estos momentos, cuenta Uriona, está a la búsqueda de algún representante para poder darle continuidad a su otra faceta artística. “Actuar, bailar y cantar van en el mismo pack”, resume, y pone como ejemplo a alguien como Lady Gaga en su doble faceta de música y actriz. Precisamente, la joven promesa bilbaina se atrevió hace una semanas en el bar La Flaca de Madrid a versionar de manera espontánea el mega hit Shallow, ganadora del Oscar a la mejor canción, que Lady Gaga y Bradley Cooper interpretan a dúo en la película A Star is Born. Se lo comentó a un grupo que suele tocar flamenco, hicieron un breve ensayo y subió al escenario de La Flaca a probar suerte. Vista la reacción del público, el atrevimiento salió estupendamente. 

17/11/2024