El regreso del Glorioso a la categoría de plata, además de proporcionar a la afición albiazul un amplio abanico de destinos en los que acompañar a su equipo, ha brindado también varios reencuentros con futbolistas que, en su día, defendieron la elástica albiazul.
Así, el Alavés se topará en esta ocasión con Adrián Diéguez, el actual zaguero de la Ponferradina que formó parte del plantel gasteiztarra durante tres temporadas, en la 2017-18, la 2018-19 y 2019-20, aunque en estas dos últimas salió cedido al Huesca y Alcorcón respectivamente.
Llegado a la capital alavesa con apenas 21 años de edad, Diéguez compaginó la presencia en el filial con la dinámica en el primer equipo, con el que debutó en La Copa ante el Getafe el 24 de octubre del 2017. De hecho, esta competición fue en la que asumió una gran participación puesto que fue titular en todos los compromisos menos en la vuelta de cuartos de final ante el Valencia, en la que el Glorioso dio fin a su sueño copero en la tanda de penaltis.
Caracterizado desde sus inicios en el fútbol formativo por su buena lectura de juego y su velocidad al corte, Diéguez acusó una evidente falta de madurez durante su etapa en Vitoria. Y es que a raíz de los errores propios de su escasa experiencia en la élite del fútbol, el proyecto de central no llegó a consagrarse en las filas babazorras.
Su participación durante el campeonato doméstico fue más bien testimonial y, por ello mismo, bajo la premisa de obtener cierto bagaje de minutos, Diéguez salió en préstamo al Huesca, club en el que no pudo evitar el descenso a la categoría de plata. Eso sí, antes de separar por completo sus camino con el Deportivo Alavés, también estuvo cedido en el Alcorcón, donde fue una pieza clave del entramado defensivo de un histórico de la categoría que alcanzó la permanencia sin apuros.
NUEVO DESAFÍO
Después de un último curso con el Fuenlabrada, que no pudo obtener la salvación en la pasada campaña, Diéguez ha disputado a sus 26 años de edad más de un centenar de partidos en Segunda División, lo que convierte al central madrileño en un zaguero experimentado en la categoría de plata. El exjugador del Alavés se incorporó a la Ponferradina durante el anterior periodo de traspasos y pese a comenzar la temporada como un futbolista indiscutible en las primeras cinco jornadas, el espigado zaguero ha perdido protagonismo en los últimos dos compromisos ligueros, en los que ha visto los triunfos de su equipo desde el banquillo.