Cuando los investigadores observaban a los lobos, notaban cómo utilizaban estas ciertas señales, gestos y expresiones corporales para calmar, apaciguar los ánimos o cortar la potencial agresión de otros lobos.
Esas señales también existen en los perros. Pero aquí viene lo interesante: mientras que en los lobos estas señales son más evidentes, como si hablaran con exclamaciones, en los perros son mucho más sutiles. Es como si se expresaran en "letra más pequeña". Por eso, a veces a los humanos nos cuesta entender lo que nos quieren decir.
Con estas señales de apaciguamiento, los perros intentan rebajar la tensión de un encuentro con otro perro, manifestarnos que se sienten incómodos si nosotros estamos tensos o expresar que una situación de tipo social les está generando malestar.
Veamos algunas de las señales más habituales:
Girar la cabeza o retirar la mirada: este gesto lo realizan a menudo los perros cuando se sienten incómodos con otra persona o perro, que se acerca de manera directa o frontal. El objetivo, restar tensión a esa situación y explicarle al otro sujeto que no se quieren problemas.
Bostezar: si tu perro no se está levantando de la siesta, el bostezo puede significar algo así como "me estoy estresando". Para conocer el significado del bostezo, lo ideal es observar en que situación se está produciendo: ¿le estoy pidiendo a mi perro insistentemente que realice algo que no sabe o no puede hacer, y de repente, bosteza? Ahí, seguro que te está diciendo que la situación le incomoda.
Lamerse los belfos o el hocico con movimientos rápidos. Al igual que en el bostezo, debes evaluar la situación: por ejemplo, ¿alguien desconocido se acerca poniendo su cara frente a la del perro y éste se lame el hocico? Saca al perro de esa situación. Te está diciendo que no le está gustando en absoluto.
Andar despacio: si tu perro está suelto y le llamas con un tono autoritario y una posición firme, es probable que acuda a ti moviéndose muy despacio, como mostrando serias dudas. Lo que el perro pretende decirte es: relájate que me transmites muy malas vibras.
Ponerse a olfatear el suelo cuando le estás reclamando atención: como en las anteriores señales, debes tener en cuenta el contexto: si a un perro le pedimos de manera insistente o tensa algo y comienza a olfatear, es probable que no esté interesado en un olor, sino simulando que olfatea para evadirse de una situación que le genera tensión. Es lo que llamamos, una conducta de desviación. Una vez más, pretende apaciguarte para que te muestres más relajado en la interacción.
Existen muchas más señales en las que nuestro perro intenta apaciguar o rebajar tensión en una interacción social. Si observas, es probable que comiences a ser consciente de ellas. Y que tu perro se sienta comprendido por ti, seguro que lo agradece, y seguro que es algo que os une inmensamente más.