El coordinador general de LAB Igor Arroyo ha afirmado este Primero de Mayo que "la gente de LAB sabe que los cambios no van a venir de una Mesa de Diálogo Social sino de la lucha," y que "para ganar el pulso a la Patronal hay que organizar luchas intersindicales".
Arroyo se ha pronunciado de esta manera en su intervención antes de comenzar la manifestación que su sindicato ha convocado, de forma separada al resto, en Bilbao, donde ha realizado un recorrido completamente distinto al de las otras cuatro centrales que lo han hecho por la Gran Vía bilbaína.
Críticas a ELA
El dirigente del sindicato abertzale ha mantenido también, en una velada alusión al otro sindicato nacionalista ELA, con el que mantiene discrepancias de estrategia que han socavado la unidad sindical que mantenían hasta hace unos años, que "el objetivo de la acción sindical no es sacar réditos como sindicato, sino avanzar como clase".
"Porque nosotros -ha agregado-, no nacimos para crecer como sindicato; sí que crecemos, pero nacimos para otra cosa: para liberarnos como clase y como pueblo. Y seguiremos luchando con esa ambición", ha subrayado.
Tras reivindicar que LAB representa al "nuevo sindicalismo vasco" en el que ", la palabra y la acción van de la mano", Arroyo ha sostenido que "no nos conformamos con mejorar las condiciones laborales, queremos disputar el modelo. Y en eso estamos: trabajando para materializar en Euskal Herria cambios que no son posibles ni en Madrid ni en París".
República vasca
"El reto -ha agregado-, no es solo reivindicar el independentismo, sino ponerlo en práctica. Poner en marcha iniciativas concretas para las relaciones laborales y protección social. Articular un marco sindical, social y político que tenga la voluntad de construir la República Vasca.
Ha apostado por "aumentar" la "presión" de la clase trabajadora para conseguir el "reparto del empleo, el reparto de los cuidados y el reparto de la riqueza".
Nuevas reivindicaciones
"Sumemos fuerzas, desde los centros de trabajo y desde la calle, para parar este país en la Huelga General feminista. Pongamos el centro de la agenda política nuestras reivindicaciones: Salario mínimo de 1.400 euros por 30 horas semanales. Sistema público de cuidados, de salud, de educación, de vivienda. Pensión mínima de 1.080 euros y reforma fiscal, que el Capital pague impuestos de una vez", ha concluido.