Esta Itzulia 2023, que muchos catalogan como descafeinada por no contar con la subida a Arrate como final de semana y tampoco con una crono pero que va a ser tan dura como de costumbre, arranca hoy lunes con una jornada que bien podría resolverse al sprint a pesar de su trazado sinuoso y de constante rompepiernas. Con salida en Gasteiz, se arribará a Labastida tras 165 kilómetros.
La subida en los primeros 33 kilómetros de carrera a Opakua, calificado de segunda categoría pese a sus más de mil metros de altitud, como única de esta jornada inaugural que va a determinar el primer maillot de la montaña, contempla la seria opción del triunfo de uno de los más rápidos. En todo caso, no será sencillo que el pelotón no acabe por resquebrajarse a lo largo de un trazado que pasará por tierras riojanas, cruzando lugares como San Vicente de la Sonsierra.
A juicio de Julián Eraso, un año más director de nuestra carrera, "la dificultad que se pueden encontrar es el viento de costado. No es especialmente dura. Podría haber una escapada o un sprint de un grupo que se haya podido cortar".
La 62 edición de la ronda vasca se presenta con el danés del equipo Jumbo Visma, Jonas Vingegaard, ganador del último Tour de Francia, como el principal candidato a portar el último maillot amarillo el próximo sábado en Eibar. El dorsal 1 lo porta Daniel Felipe Martínez, que defiende la victoria alcanzada en 2022.
El colombiano cuenta en las filas del Ineos Grenadiers con Jonathan Castroviejo y Omar Fraile como sus fieles escuderos. Son dos de 22 vascos que corren en casa, como Ion Izagirre, que además corre en su carrera favorita, que ya ganó en 2019 y que en los dos últimos años viene de llevarse sendas etapas. El de Ormaiztegi llega en un gran momento, tras exhibirse en el Gran Premio Miguel Induráin en Estella, prueba que también se llevó en 2016. A Pello Bilbao, al que le acompaña Mikel Landa en el Baharain Victorious, se le da asimismo bien. Todo apunta a que va a dar que hablar.