El festival Labo XL, que se celebrará entre el 19 y el 23 de este mes, propondrá a los espectadores “un viaje”, no solo por seis espacios distintos de Donostia, sino también por los nuevos y más vanguardistas lenguajes de las artes escénicas. Ana Barrantes y Ion Estala, de la compañía Node, son los responsables de este encuentro que cumplirá este octubre su cuarta edición, un tiempo en el que ha crecido de forma “natural”, tanto en propuestas como en visibilidad, jornadas y escenarios. El objetivo, afirma esta pareja desde su local en el donostiarra barrio de Egia, es convertir Labo XL, que año a año se ha ido consolidando, en un “referente” en lo que se refiere a los lenguajes que implican el movimiento, el cuerpo y el espacio.
El crescendo ha sido muy orgánico. Hace cuatro años, recuerdan Barrantes y Estala, buscaban un espacio pequeño no convencional para programar piezas performativas que no tenían espacio en otros lugares; mientras que en esta cuarta edición contarán con seis escenarios repartidos por la ciudad, en el que actuarán 31 intérpretes que tomarán parte en las 17 propuestas que traerán 16 compañías a la capital del territorio. “La necesidad de las creadoras de poder mostrar sus trabajos es una realidad. Labo XL si se ha hecho grande y ha evolucionado ha sido por la necesidad propia del sector de mostrar sus creaciones”, explica Estala. Aún más, subrayan la importancia de la “red” que han configurado. De hecho, Labo XL colabora con el festival ZM de Cáceres, que tiene una plataforma de nuevos talentos de la que provienen Alejandra Balboa y su Vertebrata. Además, colaboran por primera vez con Circula!, un programa estatal que favorece la movilidad de los artistas: “Es la primera vez que este programa trae a una compañía a Donostia y nos visitará la compañía Baal de Baleares”.
Son 17 las actividades escénicas programadas, pero fueron más de 200 las propuestas llegadas de todo el Estado y también de Iparralde las que se presentaron a la convocatoria, algo que demuestra, por otra parte, “el creciente interés” de los creadores por una ventana como la que supone este encuentro. “Nos damos cuenta de que Labo XL está cogiendo un cariz que se escucha, la gente habla de ello”, asegura Barrantes. Precisamente, el hecho de que este año el festival cuente con un día más de programación tiene que ver con la ingente cantidad de propuestas de calidad recibidas: “Con tres días nos quedábamos cortos”.
Algo similar ocurrió con los espacios. Año tras año, los han ido conquistando, una idea que ya estaba en la génesis del proyecto. El centro neurálgico es la sala Kutxa Kultur de Tabakalera, pero después de dos años de pandemia han recuperado el escenario de la Cripta del Convent Garden –fue el primer enclave en el que se enmarcó Labo XL– y este año, además, han sumado la sala Club del Victoria Eugenia.
Cuatro piezas de estreno en Labo XL
Tanto en la programación anual que prepara Node, como en este festival, el movimiento, el cuerpo y el espacio son elementos determinantes. Así, los interesados encontrarán un programa compuesto por piezas de danza, teatro, performances y discursos mixtos. El objetivo es que haya “variedad y ritmo”. “Queremos que el público que venga al festival viva un viaje. Es importante cómo cada día creamos un recorrido, no solo por piezas no convencionales, también por espacios no convencionales. Pretendemos que el viaje se inicie desde la mañana, por ejemplo, con actividades profesionales, hasta la tarde con propuestas de danza contemporánea, pasando por la performance más canalla y acabando con puro cabaret”, expone Estala.
Las actividades se inaugurarán el miércoles 19 de octubre con la pieza Altzoan altzoan esaten dit/Bragas y Celine, de Oihana Vesga, intérprete que además es protagonista del cartel de la cuarta edición de Labo XL: “Desde el primer año se ha generado la tradición natural de que la persona que protagoniza el cartel abra el festival. Suele ser gente local y eso nos gusta, porque el sector de la danza suele ser frágil y es importante poder ofrecerles este escaparate”.
Entre las 17 propuestas de este año, Labo XL acogerá cuatro estrenos. El jueves, día 20, por ejemplo, la malagueña Alessandra García, premio Max a espectáculo revelación por Mujer en cinta de correr sobre fondo negro, presentará en el Dabadaba su más reciente trabajo Los idiomas, “una performance e improvisación sobre aquellos que por razones de clase, género o procedencia no hablan correctamente los idiomas”.
Al día siguiente, Emaús acogerá la premiere de Remedios vals, de los donostiarras Jone Amezaga y Manu Gaigne, “una pieza de danza y música que trabaja en torno a la interdisciplinariedad, investigando y poniendo en práctica las diferentes maneras que cada disciplina conlleva a la hora de crear en común con otras, buscando un lenguaje común para crear un camino".
El 22 de octubre, sábado, al espacio Kutxa Kultur Kluba de Tabakalera, Álvaro Murillo traerá Flamenco futuro, una versión de larga duración de un trabajo previo en el que interpreta el Decálogo del Baile Flamenco de Vicente Escudero con “libertad, vanguardia y autocrítica”.
Antes del acto de clausura que tendrá lugar en la sala Cripta, Rev Silver y Satanasa, de Madrid, presentarán Naga, una “performance musical inspirada en la ciencia ficción distópica y el drag, inspirados por la disforia y euforia de género para la creación de su música, el diseño y las acciones”. A esta actuación le seguirá una cena-picoteo y concierto de La Dani, que antecederá a una pinchada de Landerground “hasta que el cuerpo aguante”.