Cautela. Es el mensaje de Laboral Kutxa sobre las expectativas de crecimiento de la economía vasca para el próximo año. Y es que la entidad prevé un panorama con "claroscuros": por una lado, la incertidumbre geopolítica, la política fiscal restrictiva en Europa y los retos energéticos seguirán condicionando el crecimiento de la industria –afectada sobre todo por la automoción y los bienes de equipo– y, por otro, el dinamismo del mercado laboral y del sector servicios seguirá tirando de la economía. Una situación similar a la que se ha vivido este año; de hecho, prevé un crecimiento económico del 1,9% en 2024 y del 1,8% para 2025, por debajo de las proyecciones que esta misma semana han anunciado las cámaras vascas, que sitúan el crecimiento del PIB para el año que viene en el 2,2%.
En perpectiva, la evolución de la economía vasca es mejor que la de la Eurozona, pero registra tasas inferiores a las del conjunto del Estado, cuyo PIB crecerá un 3% este año y un 2,2% el próximo, aupado por la demanda interna.
El departamento de estudios económicos de Laboral Kutxa ha presentado esta mañana su informe de perspectivas económica para el próximo año de la mano de Ibon Urgoiti, director de Desarrollo de Negocio, y Joseba Madariaga. "Es necesario mantener la cautela y trabajar en la mejora de la competitividad de nuestros sectores industriales para enfrentar los desafíos", ha destacado Urgoiti. Unos retos que tienen que ver con la situación de la industria en Alemania y Francia, que impacta de lleno en las exportaciones vascas, y la vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Entre las medidas a tomar para mejorar la competitividad han destacado la necesidad de apostar de manera conjunta por las energías renovables y la eficiencia energética para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y mitigar así el impacto de los costes energéticos en la industria. "Asimismo, es necesario fomentar la digitalización y la innovación en en el sector manufacturero, con el objetivo de mejorar la competitividad y responder de manera más eficiente a los desafíos de un mercado global cada vez más exigente", ha señalado Urgoiti.
Debilitamiento del sector manufacturero
Los responsables de la entidad vasca esperan un crecimiento de la industria para el próximo año, debido a que "el punto de partida es bajo". Y es que la primera mitad de este año ha sido complicada para el sector, lastrado por la coyuntura internacional con un claro debilitamiento del sector manufacturero a nivel global, especialmente acusado en Europa. Alemania, el motor del continente, enfrenta serias dificultades debido a los altos costes energéticos tras la pérdida de suministro de gas ruso y debido a la creciente competencia china en la automoción, una situación que afecta a las cadenas de suministro que dependen del país.
"Por otro lado, Francia se enfrenta a un complicado proceso de consolidación de las cuentas públicas. Y, en general, teniendo en cuenta las nuevas reglas de la región, la política fiscal de la eurozona está orientada hacia un endurecimiento en los próximos meses, lo que limitará sin duda el margen de maniobra para estimular el crecimiento", ha destacado Urgoiti.
Un panorama al que se suma el próximo cambio en la administración estadounidense, con la vuelta de Donald Trump a la presidencia y la posible implementación de un nuevo paquete de aranceles que afectaría a toda Europa. "Estos aranceles suponen un obstáculo importante para la exportación de productos europeos a Estados Unidos, uno de nuestros principales socios comerciales. Esta situación contribuye a una atmósfera de incertidumbre económica que dificulta las perspectivas de crecimiento y añade presión sobre las políticas fiscales y monetarias dentro de la eurozona", ha asegurado.
Servicios, un sector "dinámico"
"Nuestros principales socios comerciales no pasan por sus mejores momentos y lo notamos en nuestras ventas al exterior", ha resumido Madariaga. En el lado contrario, los servicios y el consumo muestran un "clarísimo" dinamismo, que se traduce en un aumento de la afiliación en este sector del 1,9% en lo que va de año. "La economía de Euskadi muestra debilidad en la industria y fortaleza en la parte interna de la economía, donde el trinomio mercado laboral, consumo y sector servicios crea un círculo virtuoso", ha explicado.
Los responsables de Laboral Kutxa esperan que el empleo crezca un 1,4% en 2025, continuando así la senda de este año, en el que se han creado 15.795 empleos, y que la tasa de paro baje al 7,2%. Asimismo, prevén que la inflación sea del 2%, un dato siempre positivo para el consumo y la demanda interna. Además, según Laboral Kutxa, también ha seguido subiendo la tasa de ahorro y desde 2020 está por encima del 10,8%, "la media que se ha venido marcando en la última década".
Tipos de interés
Otra noticia positiva para los consumidores. Los responsables de Laboral Kutxa han destacado el descenso de los tipos de interés, actualmente en el 3%, una situación que está comenzado a aliviar las condiciones de financiación tanto para empresas como para consumidores, lo cual podría favorecer una reactivación gradual de la inversión y el consumo, especialmente en sectores sensibles al crédito como la construcción o el inmobiliario. En este sentido, prevén que los tipos bajen al 1,75% en la primera mitad del año.